La Semana de la Moda se abrió en Nueva York con un nuevo rostro, en un espacio repensado y modernizado que busca recuperar un poco el glamour perdido, mientras la Gran Manzana vuelve a ver el sol tras su última tormenta de nieve.
La maratón de 300 desfiles comenzó como es tradición con la presentación del dúo Nicholas K en los nuevos espacios del Lincoln Center, cuyas tiendas de campaña fueron rediseñadas y al cual se ha agregado una sala paralela especialmente concebida para los diseñadores jóvenes.
Los organizadores han limitado además el número de periodistas y blogueros para ordenar esta frenética semana que convoca en Nueva York a decenas de miles de personas y abre la temporada de desfiles que continúa en Londres, Milán y París.
Como ya sucedió el año pasado, la nieve puede complicar las presentaciones. El miércoles tuvieron que anularse unos 1.300 vuelos en los tres aeropuertos neoyorquinos y se espera una nueva tormenta para el fin de semana.
La transformación del Lincoln Center busca "tener en cuenta de mejor manera las necesidades del sector en general", precisó el presidente de la Asociación de Diseñadores de moda estadounidense (CFDA), Steven Kolb.
Estos cambios eran esperados. Muchos diseñadores se quejaban de las ruidosa multitudes que asistía a los desfiles y que muchas veces tenían poco o nada que ver con la moda.
Por esa razón Michael Kors, Diane Von Furstenberg y Vera Wang abandonaron el Lincoln Center el año pasado durante la presentación de las colecciones otoño-invierno 2014, prefiriendo organizar sus desfiles en los barrios de Tribeca y Chelsea.
Alexander Wang, uno de los favoritos de la Semana de la Moda, decidió organizar su presentación en Brooklyn (sudeste de Nueva York), toda una revolución.
Su desfile se llevará a cabo a orillas del East River en la Duggal Greenhouse, un inmenso espacio de 2.800 m2 abierto la primavera pasada y utilizado recientemente por la estrella pop Lady Gaga para lanzar su último disco.
Un programa fragmentado que puede seguirse por internet
A pesar del esfuerzo de los organizadores, la Semana de la moda está cada vez más fragmentada y menos de un tercio de los 300 desfiles programados tendrán lugar en el Lincoln Center.
De todos modos, las presentaciones pueden seguirse en directo en internet. El año pasado más de 3,7 millones de personas de 173 países se conectaron.
Entre los mas de 200 desfiles dispersos por todo Manhattan los más esperados son los de Marc Jacobs, Ralph Lauren, Victoria Beckham, Proenza Schouler, Jason Wu, Prabal Gurung y Calvin Klein.
Si la nieve vuelve a la ciudad, la maratón va a complicarse aún más para las modelos, estilistas, peluqueros, compradores, periodistas y organizadores.
En cuanto a la moda en sí, ya se perfilan algunas tendencias para esta semana, durante la cual Donna Karan festejará sus 30 años en el sector y Diane Von Furstenberg el 40º aniversario de su célebre "vestido envolvente" (wrap dress) que se cruza por delante en forma de bata.
Tommy Hilfiger anunció por ejemplo una colección sobre el tema de los exploradores, Alexander Wang dijo inspirarse en la cuestión de la supervivencia y Von Furstenberg en los ballets rusos.
Algunos expertos anticipan un estilo muy "oeste estadounidense" y otros el regreso de las telas escocesas.