Mezclando ritmos modernos como el jazz, el funk y el rock con la música tradicional de Malí, Salif Keïta es uno de los artistas más importantes del movimiento musical africano, que presentará un único concierto esta noche en el Teatro Mayor Julio Mario Santo, como parte de su gira latinoamericana, ben la cual visitará a Brasil, Argentina, Chile, Ecuador y México.
Gracias a su poderosa voz ha brillado en los grandes escenarios del mundo y ha participado en bandas sonoras de cintas como Ali, protagonizada por Will Smith y que gira en torno a la vida del boxeador Mohammed Ali, Mansfield Park y L’Assedio, de Bernardo Bertolucci. Además de esto, tiene una fundación para niños albinos y fue Embajador de las Naciones Unidas para el deporte y la música.
Salifou Salif Keïta nació el 25 de agosto 1949 en Djoliba (Malí), a orillas del río Níger. Es albino y en su medio se les atribuían a este tipo de personas poderes maléficos, razón por la cual tuvo una niñez solitaria. Su deseo de volverse cantante (un estatus reservado a la casta de los griots) no fue bien recibido por su familia real, a pesar de su voz clara y poderosa. Keita se alejó de su familia en 1967 para instalarse en Bamako, la capital de Malí, donde se presentó en plazas de mercado, cafés y en discotecas con uno de sus hermanos.
En 1969 se une al Rail Band, banda del saxofonista Tidiani Koné, donde conoce al intérprete de kora y cantante Mory Kanté. El Rail Band alcanza el éxito gracias la interpretación de temas tradicionales interpretados de manera moderna. El intérprete de balafón (marimba africana) Kanté Manfila, también hace parte de la banda y tejen una estrecha amistad. En compañía del intérprete de balafón Kanté Manfila y otros músicos, Keïta se instala en 1973 en el motel de Bamako y luego en Abidjan (Costa de Marfil). Es así como surge Ambassadeurs Internationaux (Los embajadores internacionales), banda que mezcla sonidos malienses, cubanos y zaireños.
En 1978 lanza su primer álbum en solitario, Mandjou, que habla del pueblo mandinga (grupo étnico de África occidental) y de su imperio. En 1980 viaja a E.U y graba dos discos; de este trabajo se destaca Primpin, una polémica canción en la que el cantante habla del alcohol y de la droga. Con la meta de consolidar su carrera en solitario, Keïta se instala en 1984 en el suburbio parisino de Montreuil e instantáneamente se convierte en el príncipe de las noches de la inmigración malinesa. El público francés lo descubre luego de su participación Festival des Musiques Métisses de Angoulême.
Tres años después lanza su primer álbum internacional, Soro. En este álbum canta en malinké (idioma usado en Malí, Costa de Marfil, Senegal y Guinea) y tiene enorme éxito. El mismo año, participa en el cumpleaños de Nelson Mandela en Londres con Youssou N’Dour y Ray Lema. En 1989 lanza su álbum Ko-Yan, en el que aborda los problemas de la inmigración; posteriormente realiza gira por Japón, Europa, África y el Caribe.
SALIF KEÏTA se une al Rail Band, banda del saxofonista Tidiani Koné, donde conoció en 1964 al intérprete de kora y cantante Mory Kanté.