El sexo es uno de los temas que más les interesa a los seres humanos y es un hecho innegable que las personas, cada vez que hablan de él, sientan curiosidad de experimentar y quieran conocer otros secretos para complacer a su pareja.
Robinson Díaz y Alberto Barrero regresan a Casa-Ensamble con una obra que precisamente devela los comportamientos animales que tiene la sociedad frente al sexo. De una manera inteligente, sarcástica y divertida SexZoo se tomó la sala arlequín hasta el 15 de octubre.
Luego de más de treinta presentaciones por Costa Rica, Panamá, Estados Unidos y México, la obra estrenó ayer su temporada en Colombia, en la que dos grandes actores deleitarán al público con sus ocurrencias. Robinson, en su personaje, posee poderes superiores y con el uso de estos está decidido a que la humanidad entera elija una nueva forma de relacionarse sexualmente.
“SexZoo parte de una investigación que hicimos con César Augusto Betancourt Pucheros, el escritor de la obra, a petición del director Pawel Nowicki y mía. Decidimos ahondar en cómo es y cómo funciona la sexualidad de los animales. A partir de la investigación que realizó Pucheros, en donde nos presentó diferentes tipologías de animales, escogimos alrededor de entre 10 y 15 casos y los llevamos a escena”, aseguró Robinson Díaz.
Además de tratar el sexo animal desde varios puntos de vista y con una investigación de fondo, la puesta en escena “tiene una premisa fundamental que es: ¿qué pasaría si nosotros adaptáramos esa sexualidad a la vida humana? Lo que la gente va a ver es cómo se relacionan los animales, cómo es su vida sexual y cómo nosotros podemos adaptarla a la vida humana. En el marco general de la puesta hay un referente o votación en donde el público escoge con cuál de los animales que les vamos a presentar, se identifica sexualmente. Al final se hace una gran votación y se elige al ganador” comentó Díaz.
Aunque SexZoo puede tocar un tema que sigue siendo tabú para muchos, como lo dicen sus protagonistas “es un momento para que la pasen bien, porque primero que todo es un disparate total”.
“Está hecha con Pawel Nowicki desde la dirección, con la búsqueda personal y actoral de Alberto Barrero y yo, la escritura de César Augusto Betancourt Pucheros y la producción de Patricia Grisales. Lo que buscamos nosotros es que esta clase de disparates cómicos, primero que todo, entretengan, segundo, dejen un mensaje positivo, en este caso a las mujeres, pues la naturaleza está diseñada para que las mujeres gocen más que los hombres. El montaje es el clásico italiano. Somos dos actores acompañados de unas buenas luces, música y, ¡listo!, a actuar”, concluyó Díaz.