Robin Williams sufría del mal de Parkinson, anunció este jueves su esposa Susan Schneider, tres días después de la muerte del actor estadounidense de 63 años por causas que apuntan a un suicidio.
Williams "fue valiente mientras luchaba contra la depresión, la ansiedad y los primeros estadios de la enfermedad de Parkinson, de la que todavía no estaba preparado para hablar públicamente", explicó Schneider en un comunicado.
El artista, ganador de un Óscar a Mejor actor de reparto en 1998, fue encontrado muerto el lunes en su casa de Tiburón, cerca de San Francisco (California, oeste de Estados Unidos) con un cinturón alrededor del cuello y cortes en su muñeca izquierda.
En los últimos tiempos buscó ayuda para superar una profunda depresión, batalla que se une a su lucha a lo largo de su carrera contra la adicción a las drogas y el alcohol.
"Nuestro deseo es que tras la trágica muerte de Robin, otras personas puedan encontrar la fuerza para buscar la ayuda y el apoyo que necesitan para luchar sus batallas y sentirse menos asustadas", dijo la viuda, quien señaló que el actor no había recaído en el alcohol.
"Robin dedicó mucho tiempo de su vida a ayudar a los demás (...) Quería hacernos reír y que nos sintiéramos menos asustados", insistió Schneider.
- Un mal neurológico -
El Parkinson es una enfermedad que afecta las células nerviosas en la parte del cerebro que controla los movimientos musculares, provocando temblor o rigidez en las extremidades, así como problemas de equilibrio y coordinación.
Los científicos siguen buscando el origen de este trastorno, que suele afectar más a hombres que a mujeres, aunque ya existen tratamientos que ayudan a combatir los síntomas.
A pesar de que es común que aparezca pasados los 60 años, hay casos excepcionales como el del también actor Michael J. Fox, que fue diagnosticado en 1991 cuando apenas tenía 30 años. El intérprete no lo hizo público hasta 1998.
Fox se vio obligado a bajar su ritmo de trabajo, pero ha seguido en el cine poniendo su voz a decenas de personajes. En los últimos años ha aparecido en la pequeña pantalla en series de televisión como "The Michael J. Fox Show", por la que fue nominado a un Globo de Oro este año.
El exboxeador Muhammed Alí, el actor escocés Billy Connolly o el excandidato presidencial, filósofo y matemático colombiano Antanas Mockus son algunas personalidades que también han reconocido sufrir esta enfermedad.
- Consuelo -
Las autoridades aseguraron que Williams falleció por asfixia y que la hipótesis preliminar es el suicidio, pero esperan los resultados de las pruebas toxicológicas en un máximo de seis semanas para determinar las causas de la muerte.
"Desde que falleció, todos los que amábamos a Robin hemos encontrado algo de consuelo en la tremenda efusión de afecto y admiración que han manifestado millones de personas cuyas vidas fueron tocadas por el actor", dijo Schneider.
"Su mayor legado, aparte de sus tres hijos, es la felicidad y la alegría que dio a tantas personas, sobre todo a aquellas que luchaban batallas personales", agregó la viuda.
El mundo del cine también homenajeó al polifacético actor, que tenía un don para hacer reír, con sentidos mensajes como los del director Steven Spielberg, los actores Ben Affleck, Matt Damon, Bill Cosby o Goldie Hawn.
El presidente Barack Obama dijo de él que fue "alguien especial" y que "dio su inmenso talento de forma gratuita y generosa a quienes más lo necesitaban".
Williams ganó su único Óscar por su actuación en la cinta "Good Will Hunting", escrita por Affleck y Damon, pero exploró todos los registros de las emociones con películas como "La sociedad de los poetas muertos" (1989), "Pescador de ilusiones" (1991), "Mrs. Doubtfire" (1993) o "Retratos de una obsesión" (2002).
Su papel como militar en "Buenos días, Vietnam" (1987) también quedará en los anales del cine, al igual que el divertido extraterrestre que interpretó en el éxito televisivo "Mork & Mindy" (1978), que lo catapultó a la fama.