POR SEGUNDO año consecutivo, el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo es escenario del Festival Internacional de Fado de Bogotá, que gira en torno a este ritmo musical tradicional de Portugal. A través de sus melancólicas melodías e historias, el Festival busca traer a Bogotá un pedazo de Lisboa y transportar a los espectadores a espacios representativos como las Casas de Fados.
Los espectáculos inician el jueves 9 de junio, a las 8:00 p.m. con la presentación de los cantantes Marco Rodrígues y Luísa Rocha, dos de las grandes voces de la nueva generación del Fado. El viernes 10 de junio, el turno es para el guitarrista Luís Guerreiro y el cierre, el sábado 11 de junio, estará a cargo de la cantante Carminho, quien ha ocupado los primeros lugares en los listados de España y Portugal.
El fado es pasión, es sentimiento, es melancolía y qué mejor que un corazón y una lágrima para describir la esencia del género. El fado nace en la primera mitad del siglo XVIII y poco a poco consigue conquistar el centro de la ciudad de Lisboa. Con instrumentos como la viola, la guitarra portuguesa, y por su puesto la voz, el fado es un canto a la melancolía en la que se plasman historias del diario vivir.
En 2015 se realizó en el Teatro Mayor Julio Mario Santo la primera versión del Festival de Fado con el propósito de difundir dentro del público colombiano esta importante manifestación cultural europea. Un año después, el Festival de Fado regresa y en esta ocasión tiene como eje central las Casas de Fados, esos característicos lugares donde se reúnen los amantes a disfrutar este género musical. En una Casa de Fados, los cantantes están en medio del público; es imposible que no se escuchen el uno al otro y, en ocasiones, acceden y cantan lo que el público solicita. Otras veces, reconocen dentro del público a alguien que sabe cantar y lo desafían a hacerlo.
El segundo Festival de Fado 2016 tendrá como invitados especiales a cantantes de primera línea como Carminho, Marco Rodrigues y Luísa Rocha y al guitarrista, Luis Guerreiro. Pero el Fado va más allá de sus famosas casas, trasciende fronteras y por eso, además, de los conciertos el Centro Cultural Gabriel García Márquez tendrá una programación de conferencias, talleres, ciclo de cine y una exposición artística.