La exposición Puntillismo que se inaugura el 12 de mayo está conformada por 15 obras en distintos formatos que muestran la investigación exhaustiva de la artista en la técnica del puntillismo y la abstracción.
La obra de la artista se centra en representaciones esquemáticas y simbólicas del cosmos. Su trabajo se caracteriza por la fuerza y el dominio cromático que desborda en composiciones y ritmos geométricos de gran armonía.
Ivette Bassan de manera intuitiva genera formas abstractas surgidas de impresiones provocadas por la relación y observación de elementos presentes en la naturaleza; de intuiciones que responden a impulsos espontáneos, donde los instintos la guían en las composiciones cromáticas en las que el azar también interviene.
El circulo es un elemento muy importante para la artista, es un símbolo de lo eterno y de lo absoluto, es un símbolo de la unidad, por eso muchas de sus composiciones están soportadas en una estructura circular, pero además todas las obras que ella realiza se disponen a partir de puntos, que por medio de la repetición, un exquisito dominio del color y la profundidad, genera patrones que emanan una serie de símbolos y formas, generando de esta manera diseños abstractos, que al igual que los mándalas, contienen formas geométricas y orgánicas.
Aquí el color además de ser materia y medio de expresión es el método que le permite entrar en estados de concentración que se pueden asociar con estados de meditación.
Eduardo Serrano, curador de la obra
En la pintura igualmente, los movimientos vanguardistas de la temprana modernidad han tenido una fuerte influencia en la producción de estos tiempos.
Basta recordar argumentos como los planteaos por WasiliKandinski en “De lo Espiritual en el Arte” donde describe la fundación teórica del movimiento abstracto y habla de una nueva época de gran espiritualidad y de la contribución de la pintura a ella, o como los razonamientos de los constructivistas rusos que igualaban el arte con la vida, una tendencia cada vez más arraigada dentro de los ámbitos de la plástica, para corroborar su injerencia en la pintura actual.
Pues bien, el puntillismo, ese movimiento derivado del posimpresionismo el cual tuvo alguna repercusión en América Latina, también ha tenido una renovación conceptual y estilística en los últimos tiempos en la obra de Ivette Bassan, cuyo trabajo pictórico es reminiscente de los planteamientos de ese movimiento aunque, por supuesto, traídos conceptualmente a estos tiempos, es decir, reflejando las preferencias, materiales, sentimientos y pensamientos propios de la vida de hoy.
La obra de Bassan tiene en común con el puntillismo de Georges Seurat y Paul Signac los creadores de ese movimiento, la aplicación de colores en pequeños puntos en lugar de los usuales trazos o pinceladas sobre el lienzo.Como en sus obras, los colores que utiliza Bassanson puros, sin mezcla, y como en las obras de Seurat y Signac su tarea se desarrolla mediante la aplicación metódica de sus intuiciones y conocimientos. En ambos casos es perceptible una inclinación por la lógica, por el orden y por el cálculo, eliminando toda intervención del azar o todo asomo de espontaneidad.