El éxito de la venta de "Tres estudios de Lucien Freud", un tríptico de Francis Bacon, rematado por 142 millones de dólares en Nueva York, se explica por la gran calidad de una obra "hipnótica", que reúne a dos de los grandes artistas del siglo XX, según especialistas.
"Para mí es un ícono, una obra maestra de uno de los grandes pintores del siglo XX que dejó discípulos en el arte del siglo XXI", reunido a la figura de otro gran artista, nieto del padre del psicoanálisis, dijo a la AFP Florence de Botton, vicepresidente de Christie's Francia y especialista de arte contemporáneo, presente en la venta.
"Es como una conversación entre dos artistas mayores (Francis Bacon y Lucian Freud) que se conocían muy bien, y que --como pasa a menudo-- fueron sucesivamente amigos y enemigos".
Integrado por tres paneles de casi 2 metros por 1,50 cada uno, el tríptico representa a Lucian Freud sentado en una silla, de frente y de perfil. Fue realizado en 1969, es decir 25 años después del encuentro de los dos hombres en Londres. Ahora es la obra más cara del mundo vendida en una subasta.
"En este cuadro uno tiene una impresión de elevación, un poco como en los cuadros del siglo XVIII que representan una Ascensión. Cuando se lo mostramos al público, quedó literalmente hipnotizado", relata De Botton.
Tres rostros
El tríptico, objeto "de una puja telefónica entre dos postores por teléfono y otro en la sala en Nueva York, se vendió en un lapso de seis minutos", agrega. Christie's aceptó adelantar el orden en que la obra fue presentada a la venta en respuesta al interés generado.
El éxito se explica "tanto por la calidad pictórica como por su composición, sus colores, sus efectos de cepillo que confieren una fuerza impresionante al expresionismo, y al hecho de que reúna a los dos artistas".
Y precisa: "es Lucian Freud tamaño natural, donde se mezclan tres rostros, el suyo, el de Francis Bacon y el de George Dyer, amante de Bacon".
Adquirido por la galería neoyorquina Acquavella, "los tres paneles del tríptico estuvieron separados durante años y fue difícil reunirlos" por el vendedor, lo cual "aumentó aún más su valor", destacó por su parte Cécile Debray, conservadora y curadora de la gran retrospectiva Lucian Freud organizada en 2010 por el Centro Pompidou de París.
Según esta experta, Bacon y Freud "son tal vez los dos mejores pintores británicos contemporáneos".
"Freud, llegado a Londres a los doce años junto a su familia, era más joven que Bacon, quien fue para él una especie de mentor, que lo condujo a un estilo más liberado y expresivo", explica.
"Sus andanzas escandalizaron la crónica en los años 50 y 60. Bacon, homosexual salido de la aristocracia inglesa, y Freud, heterosexual ambiguo, nieto de Sigmund Freud, naturalizado británico gracias a su abuelo, frecuentaron juntos la jet-set inglesa de la época y fueron verdaderos nightclubbers", prosigue la especialista que conoció en persona a Lucian Freud, fallecido en 2011 en Londres.
"Bacon era más famoso hasta fines de los años 80 y expuso en los museos, mientras que Freud sólo lo hacía en los círculos de aficionados. Pero poco a poco Freud fue teniendo más éxito, y probablemente Bacon comenzó a sentir celos", agrega Debray.
Los dos pintores, cuya relación siempre fascinó a los aficionados al arte, rompieron sus vínculos por razones que permanecen oscuras a fines de los años 80./AFP