Colombia se ha caracterizado por tener altos niveles de desigualdad en el ingreso económico de las personas y parte de ese resultado se debe a las diferencias en las oportunidades que se tienen desde la infancia, según lo evidencian dos estudios sobre desigualdad en educación en Colombia y en varios países de América Latina.
“La evolución de la inequidad en educación en el país ha sido notoria y es importante pensar en alternativas para reducir las diferencias en las oportunidades que están al alcance de los niños”, dijo Luis Fernando Gamboa, profesor de la Facultad de Economía de la Universidad del Rosario, al entregar las conclusiones de su trabajo Desigualdad de oportunidades en educación para Colombia, coautorado con Erika Londoño, joven investigadora de la misma facultad.
Los resultados de este estudio se complementan con una perspectiva más completa de análisis que incluye calidad y acceso como metas de política para la prueba de PISA. En este estudio, además del autor mencionado, los profesores Marcia de Carvalho y Fabio Waltenberg, de la Universidad Federal Fluminense de Brasil, proponen que las políticas que incentivan la permanencia y acceso al colegio, deberían acompañarse de iniciativas que permitan avanzar en calidad.
Pruebas PISA y desigualdad
Los autores miden la Desigualdad de Oportunidades, utilizando la importancia de los factores que están fuera del control del estudiante, tales como género, nivel educativo de los padres, dotación de bienes del hogar y tipo de colegio. Estos factores se utilizan para medir la desigualdad en el logro alcanzado en el puntaje. Igualmente aspectos como acceso a la educación y retención en el sistema educativo se utilizan para tener una idea de la permanencia de los individuos en la escuela.
En esta línea, se encontró que entre la Prueba Pisa en Matemáticas de 2006 y la de 2009, los países que incrementaron su nivel de equidad de oportunidades fueron Brasil (de 37,5% a 48,1%), Chile (de 53,5% a 62,3%) y México (de 36,7% a 41,9%).
Sin embargo, las naciones que enfrentaron un retroceso en la igualdad de oportunidades educativas fueron Argentina (de 39,7% a 30,8%), Colombia (de 48,0% a 40,8%) y Uruguay (de 49,4% a 38,7%). Al analizar los resultados de la Prueba PISA, se entiende que el problema no es solo el rendimiento académico.
Colombia tiene ocho puntos porcentuales menos de equidad, lo cual permite concluir que las políticas de cobertura y de prevención del abandono del sistema escolar tienen tanta importancia como las políticas de calidad, dijo el académico.
Saber 11 ratifica bajo desempeño
Los investigadores Gamboa y Londoño hicieron un análisis comparativo de las desigualdades educativas en varias áreas metropolitanas y en los departamentos del país, utilizando los resultados de la Prueba Saber 11 entre 1997 y 2012. En general, los niveles de desigualdad en el logro educativo aumentan en dicho lapso para casi todos los departamentos, especialmente en Chocó, Valle del Cauca y Cauca.
Para Gamboa, las explicaciones de estos resultados son varias. Por ejemplo, algunos estudiantes tienen padres que solo cursaron hasta la enseñanza básica y esto los destina a tener un rendimiento inferior frente aquellos jóvenes que tienen padres con un alto nivel educativo, debido a que el soporte en casa que pueden recibir es muy diferente.
“En este caso se puede decir que existe desigualdad de oportunidades, ya que el esfuerzo de estos jóvenes no es capaz de compensar las condiciones que tienen o viven en su hogar”, explicó.
Así mismo están las políticas lideradas desde el Plan Colombia, que han generado incentivos a la asistencia y permanencia escolar, haciendo que la composición de estudiantes sea ahora más diversa. Es decir, que en estas pruebas se incluyen estudiantes que antes dejaban los planteles y no retornaban.
¿Qué podemos hacer?
De acuerdo con la investigación, si se quiere tener una sociedad más justa, los alcances de la política educativa deben ser orientados hacia la disminución del efecto de las circunstancias fuera del alcance de los estudiantes. Así, los resultados de pruebas como matemáticas, ciencias o comprensión lectora dependerían menos de la raza, el género o el nivel socioeconómico de los padres.
Por ahora, hay que trabajar y nivelar las condiciones de quienes tienen una situación inicial más desfavorable y para ello se resalta “la necesidad de padres y colegios más comprometidos”, indicó el investigador.