Pasaron 33 años desde la primera versión de Poltergeist, juegos diabólicos, que ahora llega actualizada de la mano del director Gil Kenan. Versión contemporánea de aquel éxito comercial, que junto a producciones como Shuky, Viernes 13, Halloween y Freddy Krueger marcaron la era dora de las películas de terror.
La primera versión de esta historia, producida por Steven Spielberg y dirigida por Tobe Hooper, se transformó en un suceso del género, un filme de culto que aumentó su fama gracias a la leyenda negra detrás del rodaje. Muertes inexplicables en el elenco, peleas entre el productor y el director, accidentes en el set de rodaje, la mala fortuna de Poltergeist derivó en un mito que hoy vuelve a las primeras planas por el estreno de esta versión remozada.
La persecución demoniaca de la hija menor de los Bowen, una familia del siglo XXI inicia cuando se mudan a los suburbios, acorralados por la crisis. Eric está desempleado y Amy, su mujer, es una escritora frustrada que trabaja en casa. Tienen tres hijos, Kendra, la adolescente conectada al mundo a través de su telefo, Griffin, un niño temeroso pero perceptivo y Madison, la temeraria y extrovertida pequeñita de la casa.
A pesar de que todos conocen la historia de Poltergeistal derecho y al revés, y que podría ser un drama típico de las familias por la falta de desempleo, y las dificultades de comunicación entre padres e hijos, el drama de la vida cotidiana es sepultado por otro mayor, la aparición de fuerzas sobrenaturales que están dispuestas a robarse el alma de la pequeña Madison.
Todo inicia cuando Madison nota en el guardarropa de su cuarto sucesos extraordinarios.La familia Bowen se da cuenta de que en su casa pasa algo que no es normal. Pronto caen en la cuenta de que lo que les pasa es que tienen fantasmas en casa, aunque al principio no los asustan.
Al contrario, la presencia de los fantasmas los divierte, pues mueven cosas en la casa, lo que hace que se rían bastante, pues es algo extraño que en un momento dado puede hacer gracia a quien no tenga demasiado miedo a los fantasmas.
Sin embargo, la situación no tarda mucho en cambiar, y la risa se termina pronto. Ésta es sustituida por el miedo cuando los fantasmas pasan de mover cosas a agredir a todos los miembros de la familia.
Por si fuera poco, la pequeña de la casa desaparece de repente sin dejar rastro, lo que convierte la situación en angustiosa. Desde ese momento, la familia Bowen no se va a reír más y tendrá que buscar una solución a los fantasmas que habitan su casa.
Mito alrededor de la historia
Es la película maldita por excelencia, puesto que el supuesto “maleficio” queacompañó al primer filme de la saga se extendió a toda la trilogía. Así, entre el primer y el tercer filme, murieron cuatro miembros del reparto. Entre ellos se incluye a Dominique Dunne, quien interpretaba a la hermana mayor de la pequeña protagonista y que fue estrangulada por su novio a los 22 años; el actor Julian Beck, que debía aparecer en la segunda parte, murió de cáncer de estómago a los 60 años, y Will Sampson, que interpretaba a un médico indio en el segundo filme, falleció por culpa de problemas post-operatorios a los 53 años.
El caso más conocido es el de la pequeña y rubia protagonista, Heather O’Rourke, que murió de un shock séptico a los 12 años, tras filmar la tercera parte de la saga. Se diceque su madre, mientras se encontraba en la sala de espera del hospital dondeatendían a su hija, aseguró haberla visto por una ventana diciéndole: “Mamá, no voy a volver”. Muchos aseguran que la maldición comenzó después que se usaran restos de tumbas reales durante el rodaje de la primera parte.
La primera versión de esta historia, producida por Steven Spielberg y dirigida por Tobe Hooper, se transformó en un suceso del género, un filme de culto que aumentó su fama gracias a la leyenda negra detrás del rodaje.