Un monumento del fallecido ex presidente ecuatoriano León Febres Cordero (1984-88), que causa fuerte polémica nacional, llegó procedente de España pero no será será retirado de la Aduana local ante una prohibición judicial para instalarlo, informó el miércoles la entidad.
"Con base en la sentencia, la Aduana no continuará con ningún procedimiento de nacionalización (liberación) del monumento si llegara a presentarse ese trámite", dijo a la prensa el director de la Aduana en el puerto de Guayaquil (suroeste), Jorge Rosales.
Más temprano, el alcalde guayaquileño Jaime Nebot, quien encargó la obra, declaró que las autoridades no habían permitido el desembarco de la estatua y que el buque que la transportaba la había conducido hacia el puerto peruano de El Callao.
Pero Rosales aclaró que el busto "está en el puerto de Guayaquil" y enfatizó que la sentencia judicial "se convierte en un impedimento para que se pueda continuar con cualquier trámite" de desaduanización.
"Aquí lo que no se quiere es el monumento, no se quiere un monumento a Febres Cordero en Guayaquil", manifestó Nebot, quien fuera considerado 'delfín' del ex mandatario de derecha.
En febrero pasado, un juez de Guayaquil vetó que la estatua sea montada en la ciudad atendiendo una demanda de una organización social, la cual aduce que el municipio pretendía instalarla en un sitio que afectaría al patrimonio cultural.
Ante ello, la alcaldía empezó el martes a levantar una "columna conmemorativa en honor a Febres Cordero" en el mismo lugar que decidiera el cabildo levantar la estatua.
El ex gobernante, considerado el político más influyente, controvertido y temido en las últimas tres décadas en Ecuador, falleció en diciembre de 2008 cuando tenía 77 años.
Febres Cordero era investigado por supuestas violaciones de derechos humanos. Durante su administración fue diezmada a sangre y fuego la guerrilla guevarista Alfaro Vive Carajo, desmovilizada en 1991.
AFP