Una docena de plantas de la selva y de los Andes peruanos tienen excelentes propiedades como rejuvenecedoras de la piel, según recientes investigaciones, que ahora abren las puertas a Perú a ingresar al exclusivo mercado internacional de cosméticos contra el envejecimiento.
Estas plantas, que desde la antigüedad son utilizadas por indígenas del Amazonas y los Andes para distintos fines medicinales, pueden ser además el insumo principal en tratamientos y prevención del envejecimiento de la piel, según nuevas investigaciones.
Se espera que los extractos, obtenidos tras doce años de investigaciones financiadas en parte por el gobierno peruano, sean la gran sorpresa de una feria Internacional 'In Cosmetics' de París, a realizarse entre el 16 y 18 de abril en la capital francesa.
"Las plantas nativas peruanas tienen muchas propiedades, pero sólo estamos utilizando una de las tantas que poseen para componer una fórmula especial orientada a tratamientos antiedad de la piel, es decir prevención del envejecimiento", dijo a la AFP la química Cecilia Terry Chávez, creadora de los extractos naturales.
La especialista dice que la propuesta que presentará en la feria parisina tiene el objetivo de despertar el interés de empresas líderes del sector belleza a fin de comercializar los extractos.
"Si alguien está fabricando una crema para después del sol, nosotros le aconsejamos que pueden utilizar un extracto de achiote ya que en los estudios que hemos realizado este producto protege la células de la radiación ultravioleta", precisó.
El Achiote (Bixa orellana), que crece en la selva peruana, es utilizado por su colorante natural y sus bondades como antiinflamatorio, comentó.
Cuando hay una compañía interesada en los extractos naturales peruanos se entrega la información a su químico cosmético. "Si desea el extracto de una de la doce plantas, se manda información adicional, un dossier y la forma de desarrollar el producto", agregó la experta.
Plantas con usos múltiples
Las doce plantas milenarias que estudió Terry Chávez --una química con más de 20 años de labor en la industria cosmética en Perú en trabajos de investigación y desarrollo de productos naturales para la piel-- crecen en su mayoría en forma silvestre y las comunidades indígenas aún siguen aprovechándolas.
Entre las plantas seleccionadas están el sacha inti, que crece en la selva y es conocido por su alto contenido de omega para combatir el colesterol. La sangre de grado, también de la selva amazónica peruana, que es un látex de la planta Croton Lechleri y tiene reconocidas propiedades cicatrizantes.
La canchalagua, que crece en los cerros andinos, y se utiliza para combatir enfermedades de la piel. Y la uña de gato (uncaria tormentosa), de la selva amazónica, es un fuerte antiinflamatorio muy utilizado contra el reumatismo. También el maíz morado y el aguaymanto o capulí, ambos antioxidantes que crecen en zonas andinas y en la costa.
Los tratamientos antiedad son uno de los rubros más importante de la industria cosmética y generadora de grandes ganancias.
"Nadie quiere envejecer. Las arrugas no matan, pero todos quieren vivir sin arrugas", dijo la investigadora al referirse al fuerte interés en las cremas cosméticas.
"Existen unas 1.400 plantas medicinales con conocimiento tradicional, aunque todos sabemos que hay miles más sin investigar en la selva y los Andes, con enormes propiedades", precisó.
Apoyo al proyecto por su originalidad
La química contó que para alcanzar la selección de extractos se entrevistó con los mejores especialistas en plantas, leyó las investigaciones existentes en universidades y luego inició los trabajos científicos con pruebas de eficacia en Europa.
Con ayuda de otros académicos y "el apoyo del Fondo para Innovación, Ciencia y Tecnología de la Presidencia del Consejo de Ministros", logró avanzar y financiar gran parte del tramo final de las investigaciones, indicó.
Salomón Soldevilla, jefe de la Unidad de Proyectos de ese fondo dijo a la AFP que aprobaron el proyecto de Terry porque reunió los temas que exige el fondo: "potencial en el mercado, capacidades para la investigación e innovación, originalidad del proyecto e inventiva".
"Destacamos dos aspectos del proyecto: su originalidad, al rescatar plantas milenarias para uso cosmético. Y las pruebas que se realizaron a nivel de célula de piel humana, que confirmaron que los ingredientes poseen propiedades antiarruga", dijo Soldevilla.