El juez en Chile que investiga si el poeta y premio Nobel Pablo Neruda fue asesinado por la dictadura de Augusto Pinochet ordenó realizar un retrato de un misterioso médico que habría atendido por última vez al vate chileno, informó este martes una fuente judicial.
El juez Mario Carroza ordenó a la Brigada de Derechos Humanos y al Laboratorio de Criminalística de la Policía de Investigaciones (civil) elaborar un retrato del médico, de cuya identidad no hay certeza, y quien se cree que podría haber inyectado al poeta algún tipo de veneno.
Según el relato de enfermeras y médicos que atendieron a Neruda en la Clínica Santa María de Santiago, el último médico que atendió al poeta antes de morir el 23 de septiembre de 1973 fue el "doctor Price", cuya identidad completa no ha podido ser corroborada.
"Conforme todos los antecedentes recopilados, no fue posible determinar la identidad del médico de apellido Price, que fue mencionado por otros testigos", dice un informe remitido al juez Carroza por la Policía Civil, al que tuvo acceso la AFP.
Según los testimonios, el llamado "doctor Price" a esa fecha tendría unos 27 a 30 años, medía 1,80 metros de altura, tenía pelo rubio y ojos azules.
Para el abogado querellante, Eduardo Contreras, esas características coinciden con las de Michael Townley, un ciudadano estadounidense, exagente de la CIA y colaborador de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), la temida policía política a la que se le atribuyen la mayoría de los más de 3.000 víctimas que dejó la dictadura de Pinochet (1973-1990).
"Ese tal 'doctor Price' podría ser el ex agente de la DINA Michael Townley, quien desde los primeros días comenzó a colaborar con la naciente policía secreta del régimen", dijo Contreras a periodistas.
A Townley, quien hoy reside en Estados Unidos bajo el sistema de protección a testigos, se le sindica como autor del asesinato del excanciller chileno Orlando Letelier y su secretaria estadounidense, Ronny Moffit, y del exjefe del Ejército chileno Carlos Prats y su esposa.
Oficialmente, la muerte de Neruda se atribuye al agravamiento de un cáncer de próstata, pero tras la denuncia de su exasistente personal, Manuel Araya, de que pudo ser envenenado, se investiga si fue asesinado por agentes de la dictadura de Pinochet.
El cuerpo del poeta fue exhumado el pasado 8 de abril.
Las primeras pericias señalaron que el poeta padecía un cáncer avanzado de próstata, pero aún es prematuro descartar que haya sido envenenado.
El juez Carroza ordenó además interrogar a los médicos procesados por la muerte del expresidente Eduardo Frei Montalva (1964-1970), quien murió en la misma clínica de Neruda nueve años después, según ya ha determinado la justicia, por la introducción paulatina de sustancias tóxicas.