Tradiciones de Argentina, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela fueron aceptadas por el Comité para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco que se pronunciará sobre ellas en diciembre.
Entre las 35 solicitudes presentadas, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura anunció que seleccionó 19 para ser sometidas a la aprobación final por su Comité de salvaguarda que se reunirá del 30 de noviembre al 4 de diciembre en Windhoek (Namibia).
El "filete porteño", la técnica tradicional de pintura de carteles y decoración de colectivos, camiones y comercios de Buenos Aires, recibió el aval del organismo,
Perú inscribió con éxito la danza del Wititi, un rito de paso a la edad adulta del valle del Colca y Venezuela los conocimientos relacionados con el cultivo de la curagua y la transformación de sus fibras para realizar hamacas, entre otras artesanías.
- Cocina y guerra fría -
Las inscripciones en la lista de patriminio son a menudo objeto de pugnas competitivas entre vecinos que reclaman la paternidad de tal o cual práctica cultural, colocando al organismo mundial en la incómoda situación de árbitro entre países miembros, extremo que la Unesco elude.
Este año la cosecha trajo sabor a guerra fría con la preparación del kimchi, plato tradicional coreano a base de legumbres lacto-fermentadas, presentada por Corea del Norte comunista, que obtuvo satisfacción dos años después de su inscripción por la capitalista Corea del Sur.
En un expediente común, los Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Omán y Qatar postularon con éxito la preparación del café árabe.
"Estar inscripto no significa para nada una propiedad nacional", aclaró Cecile Duvelle, secretaria de la Convención para la salvaguarda del patrimonio cultural inmaterial. Duvelle deploró además la manipulación de algunos países que buscan convertir a la lista en "un concurso de Miss Mundo".
También lamentó que algunos gobiernos busquen ante todo la inscripción de un bien inmaterial en la lista más por los beneficios turísticos que pueda engendrar que por la voluntad de preservación mediante ayuda internacional, asistencia que este año solo Kenya y Malawi solicitaron.
- Una fiesta sin son ni vallenato -
Francia, España y Andorra evitaron dolores de cabeza a los diplomáticos al proponer juntos la inscripción de las fiestas del fuego del solsticio de verano en los Pirineos, con sus tradicionales antorchas, fogatas y danzas folclóricas.
Bogotá y Quito hicieron lo propio para la música de marimbas del Pacífico colombiano y la provincia de Esmeraldas de Ecuador, que también fue aceptada.
En cambio, una solicitud colombiana para inscribir al vallenato, la famosa música que anima festivales y parrandas del Magdalena Grande, quedó afuera por el momento, pero sólo le falta completar uno de los cinco criterios, en particular "delimitar de manera más precisa la localización geográfica de las comunidades".
Tampoco se inscribió en la agenda del comité la aspiración de República Dominicana al reconocimiento del son, la forma de música y danza practicada varios países caribeños que combina ritmos africanos con elementos musicales españoles. A la candidatura de Santo Domingo le faltó cumplir con cuatro de los cinco criterios exigidos por la Unesco.