Letonia debería revisar su política de lenguas para dar más cabida a la importante minoría rusófona, estimó el jueves el Comité de Derechos Humanos de la ONU.
Como todos los miembros de la ONU, Letonia tiene que someterse periódicamente al examen de la aplicación de los dispositivos del Pacto internacional relativo a los derechos civiles y políticos.
En sus conclusiones publicadas el jueves, el Comité de la ONU se muestra preocupado por el hecho de que algunas personas puedan vivir en Letonia con el estatus de "no ciudadano".
Deplora también los "efectos discriminatorios de la exigencia del dominio de la lengua para el empleo de grupos minoritarios" y "la exclusión de residentes 'no ciudadanos' de algunas profesiones".
El letón es el único idioma oficial en Letonia, país que cuenta con dos millones de habitantes.
Los rusos étnicos representan el 27% de la población de este país miembro de la Unión Europea. En 2012, Letonia rechazó ampliamente por referéndum (75% a favor del no) convertir el ruso en el segundo idioma oficial del país.
Como en Estonia, para lograr la ciudadanía del país, deben pasar pruebas de conocimiento de lengua letona. Por consecuente, cerca del 13% de la población es apátrida.
Pero Letonia estima que su legislación -establecida después de su independencia en 1991, tras la desintegración de la URSS- tiene como objetivo corregir los agravios de la era soviética.
Moscú anexionó Letonia durante la Segunda Guerra Mundial. Millones de letones fueron entonces deportados a Siberia, y algunos rusófonos fueron enviados a Letonia.