Está enfrentada a la pena de prisión por presuntamente molestar a sus vecinos tocando el piano, una intérprete de 26 años en Girona, España.
La familia está acusada de un delito contra el medio ambiente y otro de lesiones por los daños psicológicos que los ruidos del piano provocaron supuestamente a una vecina, que fue quien presentó la denuncia.
La elevada petición fiscal ha indignado al abogado de la defensa, que cree que se ha trasladado a la esfera penal un asunto que debería dirimirse a través del derecho administrativo o civil.
La Fiscalía pide también a la intérprete y sus padres el pago de una multa de 360 euros (unos 470 dólares), así como otros 21.900 en concepto de indemnización para la vecina, y su inhabilitación para cualquier profesión relacionada con el uso de pianos.
Desde octubre de 2003 hasta septiembre de 2007, la intérprete, "alentada y ayudada activamente por sus padres", tocó el piano en el domicilio familiar durante ocho horas diarias un mínimo de cinco días a la semana, en una habitación que no estaba adecuadamente insonorizada.
Estas notas interpretadas provocaban niveles de ruido "notablemente superiores" al límite de 30 decibelios en horario diurno que establece la Ley de Protección Contra la Contaminación Acústica para los instrumentos musicales, según el ministerio público.
Los ruidos causados por la pianista, según la acusación, ocasionaron un trastorno adaptativo con síntomas de ansiedad que derivaron en problemas de gestación en la última fase de su embarazo, lo que la obligó a someterse a terapia y a un tratamiento de ansiolíticos.