La artista plástica se ha posicioando como un ícono del arte colombiano en el exterior. Una de sus creaciones estará en la subasta de A la Rueda, este jueves.
PEQUEÑOS seres, pintados a mano, puestos en escena en diferentes situaciones y bajo diversos marcos creativos para a través de las emociones que despiertan en el observador dejar un mensaje es la esencia de todas las obras de la artista plástica Juanita Martínez Bahamón.
Podría describirse que el de ella es un “nano-arte” con toda la dificultad y destreza que requiere elaborar, pintar y poner en contexto a todos y cada uno de sus personajes para recrear la pieza que con mucha planeación ha concebido, pero sobre todo que la misma transmita el mensajes de amor, positivismo, alegría y felicidad que se constituye en el ADN de todo su proceso creativo.
Esta artista bogotana pero con arraigadas raíces huilenses, está posicionando su arte como un ícono representativo de Colombia en el mundo. Y, así, ha exhibido en varios países como Japón, gracias a Arcot (Artistas Colombianos en Tokio) donde entre más de 200 aspirantes clasificó para uno de los 30 cupos; la Galería Glenhyrst Cottag de Canadá y, a fin de este año, estará en el Consulado colombiano en Nueva York con un trabajo que ha bautizado “Micro Macro”.
En Colombia también se ha apreciado su arte en varias galerías y sus obras más conocidas, que varían entre cuadros, esculturas, muebles e instalaciones, tienen en común mostrar personas en miniatura haciendo oficios y labores de la cotidianidad, incluidas de forma divertida en distintos objetos mucho más grandes.
Juanita Bahamón Martínez es una de las artistas invitadas a la subasta de la Fundación “A la Rueda” que se realizará el viernes, al igual que la que se realizará en Fana. Ambas con el loable fin de ayudar a niños y jóvenes en situación de vulnerabilidad.
Para la primera de estas subastas participará con “Tree trafic”, a la que según cuenta la artista “le dediqué cerca de dos meses y medio” y explica que la misma “hace referencia a varias situaciones que se pueden presentar debajo de un árbol y que involucran todo tipo de personas. El árbol significa vida, raíces, sombra y protección. Consta de seis láminas de acrílico que van dándole tridimensionalidad a un árbol, debajo del cual hay varios personajes miniatura pintados a mano por mí”.
Apasionada por la vida, la que sin duda transmite en todas y cada una de sus obras, donde tanto los personajes como el entorno en que se encuentran son diferentes y únicos, la artista busca siempre crear el efecto de lo que ha bautizado como “Doble dimensión”, que en otras palabras es el contraste entre lo grande y lo pequeño.
“En mis obras se puede ver un personaje diminuto demoliendo un gran edificio o un pequeño obrero con un taladro abriendo un hueco enorme, situaciones que captan la esencia de las interacciones humanas…Pienso que además de dar sello propio brindan un poco de humor. Cada personaje por pequeño que sea tiene una voz y algo que decir, incluirlos en una obra es darles vida, son personajes que tienen desafíos y tareas grandes. Son pequeños y tienen un gran impacto en la sociedad. Me gusta que el espectador tenga que observar cada detalle de mis obras”, comenta a EL NUEVO SIGLO, Juanita Martìnez Bahamón.
En su juventud, cuando participó en el reinado nacional de belleza y fue elegida como una de las cinco finalistas, en 2001, la perspectiva de ser una artista no estaba en sus planes, pese a provenir de una familia de artistas. Sin embargo, años después se arriesgó, se dejó seducir por esa posibilidad, y sin duda, ganó al descubrir no sólo sus habilidades todo un concepto innovador que ha cautivado a un público sin distingo de edades o lugares.
Para esta artista no hay límites y siempre ha estado motivada a innovar y explorar en técnicas y materiales. Se caracteriza por utilizar colores vivos y brillantes, en concordancia con lo que quiere generar en el espectador. En sus obras pueden ver cuadros en cera de abeja y óleo o acrílico sobre lienzo, con rejillas de acero o esmaltes sobre bloques y esferas de madera con personajes diminutos, todo depende de lo que se quiera lograr y del lugar en donde la obra vaya a estar expuesta, ya sea una pared, una mesa o colgada de un techo.
“La vida del artista es de escalones, y cada uno de estos proyectos te lleva más arriba, de ti depende seguir trabajando y sorprendiendo. Cuando aprovechas una oportunidad pueden venir muchas más. En los últimos años he logrado salir del país con mis obras, y he ganado premios, reconocimientos e invitaciones”, reafirma Juanita.
De otra parte considera que “”Desde hace unos años para acá el arte en Colombia ha tomado muchísima fuerza y gracias a esto se brindan oportunidades maravillosas a los artistas. Por ejemplo, Artbo, la Feria del Millón, la consolidación que ha tenido el Barrio San Felipe (Bogotá) que se ha llenado de galerías que hoy en día ofrecen un tour nocturno; convocatorias de la Cámara de Comercio de Bogotá…otros países, en fin, un sin número de oportunidades que no solo son para artistas reconocidos”.