Lunes, 13 de Febrero de 2012
El cineasta greco-colombiano Spiros Stathoulopoulos presentó el domingo, en el concurso por el Oso de Oro de la Berlinale, su filme "Meteora", una historia de amor prohibido entre un monje y una religiosa de los monasterios ortodoxos de Tesalia, en el centro de Grecia.
Spiros Stathouloupoulos, de 34 años, nacido en Tesalónica de padre griego y madre colombiana, quien no sólo dirigió esta película sino que escribió el guión y fue el camarógrafo, demostró una gran madurez y mucha sensibilidad para contar esa imaginaria historia de amor suspendida entre el misticismo religioso y el deseo carnal.
"Fui bautizado en la religión católica y en la ortodoxa, mi mamá es católica, de Colombia. A los 16 años estando en Grecia, antes de viajar a Colombia, descubrí los iconos bizantinos, me impresionaron, me inspiraron mucho. El eje principal de mi película es que el amor tiene dos sentidos: el ágape, espiritual, psicológico, y el eros, más físico, carnal", declaró.
"Meteora", que en griego significa "suspendido", fue filmada como un documental en los impresionantes paisajes rocosos de Tesalia donde se encuentran los monasterios ortodoxos fundados en el siglo XIV. El espectador viaja a esas regiones donde se sacrifican chivos como en la antigüedad y donde los pastores tocan la flauta mientras sus cabras pastan.
La historia de amor entre el monje Theodoros, interpretado por el actor griego Theo Alexander, y la hermana Urania, encarnada por la ruso-griega Tamila Koulieva, es filmada de manera realista pero al mismo tiempo está contada con imágenes animadas de los iconos bizantinos.
Los dibujos animados permiten de esta forma que el cabello de Urania sirva de puente entre el monasterio de Theodoros y su celda de monja, o que la sangre del Cristo ayude al monje a salir del laberinto del minotauro donde lo ha encerrado su deseo carnal.
"El alma y el espíritu nos dan las ganas de vivir y nos empujan hacia Dios, y el amor carnal es el amor de la tierra. La imagen de esos monasterios flotantes es una alegoría del alma humana suspendida perpetuamente entre lo espiritual y la existencia en la tierra. Mis héroes están suspendidos entre el cielo y tierra ¿cuál es la vía?", se interrogó el cineasta.
La historia de amor entre el monje y la religiosa llegará a su culminación en las grutas donde vivían antiguamente los eremitas. "En la religión ortodoxa no existe la noción de castigo como en la católica. El amor es un don de Dios. Los monjes ortodoxos pueden elegir entre quedarse en la comunidad o salir, el dilema es ser monje o no", explicó Stathouloupoulos.
El cineasta, respondiendo a una pregunta acerca de la actual situación de crisis económica que vive Grecia, reconoció que se puede hacer una comparación con lo que cuenta su película.
"Es una pugna entre la comunidad y el individuo. La comunidad sería Europa y el monje sería Grecia. El dilema es entre el castigo y el amor. Hay un cierto derrumbe de Europa, Europa se fragmenta, y quizás por eso de manera inconsciente mostré un terremoto", dijo.
También reveló que a causa de la crisis griega "la pensión de mi abuela se ha visto reducida, por eso le di un papel entre las ancianas que aparecen en la película, para que completara sus ingresos".
Conocido internacionalmente por su primer largometraje "PVC-1", sobre la violencia en Colombia, seleccionado para la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes en 2007, Stathouloupoulos, que estudió cine en la Universidad de California, dijo que el director Theo Angelopoulos, lo influyó mucho.
"Cuando me encuentre con él en la eternidad le daré las gracias", dijo.
En "Meteora", la pareja de amantes repite casi como una consigna la frase de un santo: "La desesperación es el único pecado que no se puede perdonar".
AFP