El vallenato que Leandro Díaz le dedicó a su musa “Matilde Lina” y que compuso a orillas de las aguas del río Tocaimo, en la población que lleva el mismo nombre, es una de las muchas historias retratadas en “Leyenda viva, el alma del pueblo”, la película que hace un homenaje al vallenato, al acordeón y a los maestros juglares de antaño y que después se convirtió en un libro.
Tanto el largometraje como el libro recorren la historia de 20 juglares vallenatos como el maestro Escalona, Adolfo Pacheco, Gustavo Gutiérrez, Hernando Marín, entre otros. La película llegó a las salas de cine y el libro a las más destacadas librerías del país, ambos aplaudidos por el público, ya que tocan la fibra humana y avivan el sentimiento por la cultura colombiana.
En la producción se plantean los orígenes de esta música, el rol de los trovadores, la mujer y la naturaleza, y por último se presentan conceptos que invitan a reflexionar sobre el futuro del género musical. Todo esto acompañado de hermosos paisajes del Caribe y de testimonio de investigadores culturales, historiadores y cantautores que con sus obras han engrandecido esta música de acordeón.
Ambas obras están escritas, dirigidas y producidas por el empresario Martín Nova, quien es también el productor del documental “Colombia, magia salvaje” en el 2015, un recorrido por el país para descubrir sus riquezas y maravillas naturales gracias a lo variado y privilegiado de su biodiversidad, producción que alcanzó 1.654.929 espectadores, ocupando además el sexto lugar a nivel nacional en el top de las películas estrenadas ese mismo año.
Nova ha tenido la oportunidad de escribir dos libros, uno de ellos con voces de los grandes protagonistas del arte en Colombia: “Conversaciones con el fantasma” y el otro “Memorias militares”, a partir de charlas con los principales generales del Ejército luego de tantos años de conflicto. Finalmente debutó en el cine con “Magia salvaje” y ahora quiso estar detrás de cámaras para palpar más de cerca la parranda memorable del vallenato y el folclor.
EL NUEVO SIGLO tuvo la oportunidad de entrevistarlo y en medio de una amena charla confesó estar más enamorado de Colombia luego de recorrerla y sentirla en cada rincón de su geografía.
EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo surgió la idea de crear un producto sensible como lo es “Leyenda viva”?
MARTÍN NOVA: Hace dos años comenzamos el proyecto de hacer el documental y el libro y luego nació la idea de la banda sonora que ahora está en las plataformas digitales. Entonces comenzamos investigando a profundidad para entender el vallenato, sus raíces, sus protagonistas, compositores y conocedores del folclor. Estos tres ejemplares pretenden hacer un homenaje de los compositores del vallenato y hacer memoria mediante sus historias, sus palabras, sus formas de contar y cantar.
ENS: ¿Cómo logró resumir tantas ideas, leyendas, historias y anécdotas en un libro?
MN: La idea del libro y de la película es que la gente se enamore de la música vallenata, del folclor y la cultura de nuestro país. Este libro recoge, a través de conversaciones, la historia contada por sus protagonistas para que la gente le guste y se interese por nuestra literatura, de las letras de las canciones. La palabra en el vallenato, ya sea cantada o hablada, tiene mucha historia que contarnos.
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ENS: En Colombia hay una diversidad de géneros musicales, ¿por qué se inclinó precisamente por el vallenato?
MN: Desde niño siempre me ha gustado el vallenato y quise acercarme a él. Y, además, anhelé hacer algo para que la gente lo pueda entender, saber que esta música es más importante de lo que pensamos, de allí han surgido grandes inspiradores y escritores como Gabriel García Márquez y otros que han logrado que la cultura colombiana y, precisamente, el vallenato trascienda las fronteras y se expanda por toda Latinoamérica.
ENS: Luego de adentrarse en el mundo del vallenato, ¿qué experiencias le dejó este proyecto?
MN: Si un tema me interesa, me meto a fondo hasta entenderlo y aprenderlo. Creo que el ser humano necesita tener otros intereses para complementarse y, al final, ser un poco más universal. Lo primero que queda es una gran satisfacción al dejar plasmado el legado de estos personajes, que es un homenaje para ellos. Siento que hemos logrado despertar ese sentimiento por la historia vallenata y sus personajes. Por ejemplo, escuchar a Náfer Durán, cómo contaba su historia, verlo cantar a capela, tocar acordeón, fue muy enriquecedor.
ENS: ¿Cómo fue pasar de “Magia salvaje” a “Leyenda viva”?
MN: Lo que más me ha gustado de estas dos producciones es la relación que hay entre las dos películas. En “Magia salvaje” hacemos un homenaje al tesoro patrio que es la biodiversidad, para enseñarles todas nuestras riquezas a los colombianos, mientras que “Leyenda viva” es un reconocimiento al tesoro cultural, al folclor. Entonces ambas tienen una conexión muy importante que vale la pena recordar. Siempre me ha gustado trabajar en temas como la memoria, la cultura, el arte, la literatura. Creo que es importante conocer de dónde venimos a través de la palabra, de las entrevistas, que son una herramienta literaria interesante para contar historias.
ENS: ¿Y usted baila o canta vallenato?
MN: Lo disfruto, lo escucho, lo bailo, lo canto, pero más allá de eso uno tiene que gozarse la parranda vallenata y es algo que poca gente conoce, y por eso quisimos darlo a conocer porque es tan especial y es lo que el libro enseña. Una vez que la gente canta las canciones se enamora, porque la gente lee el libro y se sumerge en el vallenato y hasta se vuelve experto.
ENS: ¿Alguna anécdota que valga la pena compartir?
MN: Son muchas cosas vividas en los viajes que hicimos. Fuimos por la región vallenata: Patillal, San Juan, El Paso, El Plan, Valledupar, La Junta (…). El día que comenzábamos la filmación murió Jorge Oñate y creímos que eso atrasaría todo, pero fue al contrario, hicimos las entrevistas en el momento oportuno y lo disfrutamos. Por ejemplo, la parranda que se ve en la película se hizo en la casa de Marciano Martínez, en La Junta, todo improvisado en un kiosco con toda la gente allí siendo auténtica, y mostramos cómo se vive realmente en esos pueblos. Por eso la cinta está llena de historias reales con toda la belleza de Valledupar. En la película están aquellos gloriosos tiempos en los que El Binomio de Oro conquistó con “La creciente”, también en la zona donde Carlos Vives grabó “La gota fría”, una canción que, según los vallenatólogos que participan en el documental, estuvo medio perdida en el repertorio musical, hasta que el samario la grabó y la paseó por todo el mundo.