El empresario estadounidense Jacob Ostreicher, detenido desde hacía dos años y medio en Bolivia por presunto lavado de dinero, se fugó a Estados Unidos pocos meses después de que el Departamento de Estado formulara una queja por el caso.
Ostreicher, quien había denunciado un año atrás una red extorsiva integrada por funcionarios bolivianos que le exigían dinero a cambio de su liberación, escapó la noche del domingo vía Perú con destino a su país, confirmó la ministra de Justicia, Cecilia Ayllón.
"Queremos hacer conocer al pueblo boliviano que el procesado Jacob Ostreicher ha fugado del país", dijo oficialmente la ministra en rueda de prensa.
"Tenemos el reporte de migración del Perú que este procesado por delitos comunes huyó clandestinamente de Bolivia hacia el Perú y de este país a Estados Unidos", aseveró.
Ayllón indicó que Ostreicher "es una persona que está siendo procesada por delitos comunes (que) no tiene inmunidad alguna y obviamente esto dará con mayor holgura a nuestro país el poder para pedir la extradición".
La funcionaria no detalló las circuntancias de su huída de Bolivia ni si recibió algun apoyo local o extranjero para dejar el país.
En Washington una fuente del Departamento de Estado confirmó a la AFP que Ostreicher retornó a su país, aunque tampoco dio detalles respecto a como ocurrió el regreso del empresario.
El ciudadano estadounidense, de 54 años, es la segunda persona en menos de cuatro meses que, en medio de acusaciones delictivas y denuncias de supuesta persecusión política, huye de Bolivia al extranjero y escapa a la requisitoria judicial.
Hace cuatro meses el senador opositor, Róger Pinto, se fugó a Brasil tras estar unos 450 días asilado en la legación brasileña, según él, por persecusión política.
El caso Pinto, que tenía condena por daños económicos al Estado, generó entonces tensión entre La Paz y Brasilia.
Solidaridad de Sean Penn
La voz del actor estadounidense Sean Penn fue la que llamó la atención internacional sobre el caso del empresario norteamericano, en tanto que en junio de 2012 se difundió el reclamo del Departamento de Estado estadounidense por la lentitud del proceso en su contra.
Los reclamos motivaron que el presidente boliviano, Evo Morales, ofreciera un proceso transparente, aunque no dejó de lanzar sospechas sobre el origen de la fortuna de Ostreicher, quien dijo haber invertido unos 25 millones de dólares, junto a un socio suizo, para una industria arrocera.
El caso Ostreicher comenzó a mediados de 2011 cuando fue detenido acusado de lavar dinero para un narcotraficante brasileño.
El empresario adujo que la situación se generó por una empleada suya, la colombiana Liliana Rodríguez Espitia, a cargo de realizar las cuestionadas operaciones financieras.
Ostreicher estuvo 18 meses detenido en Palmasola, la cárcel más peligrosa de Bolivia, 900 km al este de La Paz, tras denunciar que era víctima de extorsión por parte de fiscales, jueces y abogados del gobierno, los mismos que presentaron las acusaciones en su contra y que solicitaban dinero para poner fin al caso.
Influyentes abogados del poderoso Ministerio de Gobierno (Interior) fueron detenidos, en el marco de una investigación aún en curso.
Detención domiciliaria
Ostreicher quedó con arresto domiciliario desde diciembre de 2012 y se concentró en intentar demostrar su inocencia y recuperar los bienes que le fueron decomisados e incluso rematados por el Estado boliviano.
El empresario permanecía en la ciudad de Santa Cruz (este), donde se sustancia su juicio hasta que salió del país.
Medios bolivianos han reproducido distintas versiones no oficiales de cómo se produjo la fuga de Bolivia, vía Perú, hacia Estados Unidos.
Según El Deber, periódico de Santa Cruz, el empresario fue apoyado por "especialistas" o "expertos", para burlar la vigilancia policial boliviana y los sistemas de migración, a pesar de tener orden de arraigo (impedimento de salida)./AFP