Cuando se trata de comida se abre un arsenal de opciones en el mundo gastronómico, así como también en la industria de los restaurantes, que hoy en Europa tiene una amplia variedad de posibilidades: cenar con desconocidos a oscuras, tal vez tener un almuerzo naturalista donde no haya lugar para la ropa o un desayuno con amigos en la mesa perfecta para tomar la foto que tenga más likes.
Aunque suene extraño estas opciones para comer han sido costumbre desde hace varios años, pero se mantenían en secreto o simplemente no tuvieron una buena aceptación. Lo cierto es que hoy se han convertido en tendencia y en la filosofía de restaurantes en todo el mundo, que tienen un solo objetivo: mantener a flote los sentidos de sus comensales.
Una cita a oscuras
Esta tendencia ha ido en crecimiento en Europa, cambiando totalmente la forma de comer. Su éxito se debe a que la falta de la vista agudiza los otros sentidos, ofreciendo a los comensales nuevas sensaciones y emociones para llegar a una experiencia gastronómica completa.
“Esta práctica empieza porque la cata de vinos se hace a ciegas, cuando uno está participando en los concursos de cata de vinos normalmente dan una copa totalmente a oscuras, es una copa negra donde no ves colores, solamente puedes olfatear y saborear. De allí viene el poder hacer una degustación a cabalidad”, le dijo a EL NUEVO SIGLO Gabriel Vásquez, consultor para restaurantes en Europa y Colombia.
“¿Te atreves a comer totalmente a oscuras?, ¿Sabrás qué estas comiendo?, ¿Cómo es la persona que tienes al lado?”, con estos interrogantes el restaurante Dans le noir, invita a su público para vivir una experiencia gastronómica en la oscuridad. Un lugar en el que los camareros son invidentes y el menú se convierte en un juego de adivinanza.
El restaurante fue fundado en París por Edouard de Broglie, su amigo, Etienne Boisrond y la asociación de ciegos Paul Guinot, como parte de una iniciativa para la sensibilización sobre la discapacidad visual. Dans le noir se convirtió en una leyenda en el 2004 y se posicionó como la primera cadena de restaurantes a oscuras a nivel internacional.
Además de explorar los sentidos, este restaurante europeo ofrece una experiencia humana, ya que los meseros con discapacidad visual se convierten en guías para los videntes en la oscuridad, de esta manera se hace un intercambio de papeles, promoviendo la confianza y el respeto.
Comer en la oscuridad también implica vivir una experiencia social debido a la intriga y el desconocimiento que siente el visitante al sentarse al lado de una persona que no conoce. Es así como lo afirma Dans le noir en su página web: “a oscuras todas las personas somos iguales, no existen diferencias ni prejuicios, y las clases sociales desaparecen; por lo tanto, iniciar una conversación, ya sea con una persona conocida o no, se convierte en una experiencia de lo más natural”.
Sin duda, la comida es otro de sus pilares más importantes, “procuramos hacer todo con productos frescos, de temporada, vamos cambiando los menús cada mes o mes y medio, jugando con cada elemento, que cada elemento sea diferente. La idea del acercamiento es que el cliente también valora otros aspectos de la cocina que en un restaurante normal quizá no se valora”, explicó David García, jefe de cocina.
Una velada al desnudo
Aunque esta tendencia de comer desudo ha tomado fuerza hasta hace solo unos pocos años, es una actividad que viene desde hace décadas en el viejo continente de Europa, donde el concepto para muchos es ser parte de la conciencia ambiental y para otros es solo disfrutar de una experiencia sexual.
Para el consultor de restaurantes Gabriel Vásquez, “cuando hablamos de restaurantes libertinos es un concepto que viene muy atrás en el tiempo, no es un concepto innovador, de hecho, lleva rondando a Europa muchos años. Hoy en día con la libertad de expresión, sexual y muchas cosas más, ya es un poco más aceptado, pero estos sitios clandestinos han existido toda la vida”.
El naturalismo es el eje principal de este tipo de restaurantes, que hace parte de la ola fitness y la tendencia verde, la cual está en auge por estos días. En algunos esta filosofía se lleva al máximo, ya que no solamente están prohibidos los celulares o los químicos, sino también la ropa.
Es el caso de The Budadi, un restaurante nudista ubicado en Londres, el cual tiene una temática totalmente natural, reivindicando al medio ambiente con un menú sano, donde los productos son cultivados y preparados en horno de leña.
El establecimiento cuenta con un cupo para aproximadamente 42 personas con un espacio para los que visitan desnudos el lugar como también para los que prefieren conservar su ropa, claramente en un lugar aislado de los demás.
Una experiencia instagrameable
Para estos restaurantes instagrameables o insta-frendly el sentido de la vista y el teléfono móvil son todo lo que se necesita para disfrutar de un buen plato. Aquí la estética lo es todo, pues cada detalle como la iluminación, la decoración y el plato incentiva a que los comensales hagan un registro fotográfico y finalmente se publique en sus perfiles de esta red social.
“La gente hoy entra en una onda en la que todo tiene que estar publicado en redes sociales, todo tiene que ser visto. Son restaurantes que están creados realmente para eso, para tomar la foto perfecta, para que la gente sea el influencer perfecto, para el momento perfecto con el plato perfecto. Todo es estéticamente perfecto”, comentó Vásquez.
En Europa hay diferentes restaurantes que comparten este concepto como Amazónico, en Madrid, Ewan Salina, en España, Espai Joliu, en Barcelona, Macondo, en León o Sketch, en Londres, un lujoso espacio compuesto por un salón de té, un bar y dos restaurantes, famoso por su servicio, decoración y comida perfecta, que hace que sea el lugar favorito entre las personas con más seguidores en Instagram.
Costosos, amigables con el ambiente, sensoriales, estéticos y más, así son los restaurantes que se convirtieron en tendencia en Europa, proponiendo una nueva forma de disfrutar un plato.