La justicia chilena ordenó volver a sepultar los restos del poeta Pablo Neruda, exhumados en abril de 2013 para establecer las verdaderas causas de su muerte días después del golpe militar de 1973, según un fallo difundido este miércoles.
Los restos de Neruda serán entregados por el Servicio Médico Legal el 26 de abril para ser sepultados nuevamente, tres años después de ser exhumados de su tumba en su casa en Isla Negra, en el litoral central, para determinar si murió por cáncer o fue envenenado mientras estaba internado en una clínica por agentes de la dictadura de Augusto Pinochet, instaurada el 11 de septiembre de 1973, días antes del deceso del Premio Nobel de Literatura 1971.
"Se hace indispensable no prolongar más de lo debido la custodia de los restos del poeta a disposición del tribunal. Atendiendo al estado de la investigación (se resuelve) proceder a su devolución al lugar de sepultación", indicó el fallo del juez Mario Carroza, quien lleva adelante la investigación.
La decisión de Carroza se basa en que "ya se encuentran cumplidas la totalidad de diligencias científicas decretadas en la causa". Sólo queda pendiente una pericia genómica para identificar posibles virus o bacterias inoculados que le hubieran podido causar la muerte en la clínica Santa María de Santiago, donde estaba internado por un cáncer de próstata.
Para esta pericia, "se ordena dejar muestras óseas en reserva", indicó el fallo.
En el marco de la investigación, científicos hallaron la bacteria "estafilococo dorado" en los restos del premio Nobel, que era un prominente miembro del Partido Comunista de Chile, organización ilegalizada y duramente reprimida durante la dictadura, que se prolongó hasta 1990.
Ese microbio es altamente infeccioso y pudo ocasionarle la muerte.
Muestras de los restos del poeta fueron enviados a laboratorios extranjeros en noviembre pasado para determinar si agentes de la dictadura lo inocularon con veneno, o murió por complicaciones derivadas del cáncer a la próstata, como reza la versión oficial.
El resultado de estas muestras se conocerá en marzo.
La versión de que Neruda pudo haber sido asesinado surgió en 2011, cuando salieron a la luz pública las declaraciones de su exchofer y asistente personal, Manuel Araya, quien afirmó que el poeta se agravó después que le aplicaran en el abdomen una misteriosa inyección mientras se encontraba en la clínica.
Los restos de Neruda permanecieron durante 19 años en el Cementerio General de Santiago, pero en 1992 -tras el retorno de la democracia a Chile-, fueron sepultados junto a los de su mujer, Matilde Urrutia, en el jardín de su casa de Isla Negra, frente al mar, cumpliendo la voluntad del poeta.