LOS HONGOS en las uñas se define como onicomicosis, término que define todas las infecciones en las uñas de las manos o de los pies producida por diversos tipos vida microscópica. Las infecciones pueden ser producidas por cuatro tipos de hongos diferentes.
Existe un elevado número de alteraciones de las uñas que pueden presentar importantes semejanzas desde un punto de vista médico. La confusión con otras afecciones dermatológicas y la propia identificación del hongo crean grandes dificultades a la hora de diagnosticar correctamente esta enfermedad.
Las infecciones no sólo causan dolor, sino que también pueden afectar al crecimiento de las uñas y a la salud en general. Una infección ocurre cuando los cuerpos extraños, como los virus, los hongos y las bacterias se adentran en el interior de su cuerpo. Las infecciones pueden parecer cuestiones leves, pero pueden convertirse en complicaciones graves para las personas con otras condiciones médicas si no reciben tratamiento y se propaga.
Los signos de infección incluyen enrojecimiento, hinchazón, irritación y dolor. El Tejido infectado se calienta y se pone caliente ante el contacto directo, incluso algunas veces puede producir pus. Una variedad de infecciones de las uñas puede ocurrir entre los pacientes de quimioterapia y otras personas.
Entre el 1,5 y el 3% de la población se ve afectada aunque sólo un 0,5% está bajo tratamiento. Esto es debido en gran medida al escaso grado de información y concienciación existente entre la población de esta enfermedad.
- Dermatofitos
- Cándidas levaduriformes
- Hongos filamentosos
- Moho
Hay una serie de condicionantes ambientales, personales y de carácter social que pueden implicar un mayor riesgo de infección por hongos en las uñas. La onicomicosis no es una alteración de origen genético aunque hay una serie de enfermedades que predisponen a ella, como son las enfermedades vasculares o las que afectan al sistema inmunológico, sistema defensivo del organismo. Todas ellas son enfermedades que provocan escasa oxigenación de las uñas o disminución de las defensas del organismo y, por tanto, aumentan la probabilidad de infección.
Normalmente los síntomas comienzan con una afectación parcial de la uña que con el tiempo se extenderá hasta afectar a la matriz (raíz de la uña). La posible ausencia de dolor y la lentitud en la progresión de la afección son, precisamente, las causas fundamentales por las que se acude al médico cuando la enfermedad está ya muy avanzada.
Los signos más frecuentes afectan a la forma y aspecto de la uña, y son:
- Cambios en la forma de la uña (aspecto leñoso)
- Cambios de color (amarillento, parduzco)
- Aumento de grosor
- Mayor fragilidad (uñas quebradizas)
- Desprendimiento de las uñas
Para un diagnóstico fiable se pueden realizar diferentes técnicas (examen directo o cultivo de la muestra) que confirmen la onicomicosis y el tipo de hongo responsable de la enfermedad. Para ello se realiza una toma mediante raspado o cortando un fragmento de la uña afectada. En ocasiones, hay resultados negativos en las técnicas de diagnóstico y no se detectan los hongos responsables a pesar de tener realmente una onicomicosis.
Como combatir los hongos
- Higiene personal: lavar frecuentemente los pies secándolos adecuadamente antes de ponerse los calcetines y el calzado. Secar muy bien las zonas entre los dedos.
- Tomar medidas de precaución en lugares públicos como piscinas, gimnasios, duchas, etc.
- Uso de calzado adecuado que permita transpirar al pie.
- Utilizar calcetines de algodón o de lana. Cambiarlos frecuentemente y siempre que estén húmedos.