Bajo una corteza masculina y pesados abrigos de lana, la Semana de la Moda de Nueva York reveló el viernes una mujer muy gata, dotada del más bello terciopelo y de la seda más fina para enfrentar al invierno.
Para descubrirla, los amantes de la moda recorrieron de cabo a rabo, o casi, una isla de Manhattan helada, tomando aire entre dos tormentas de nieve.
Impacientes por conocer las nuevas tendencias de la temporada pret-a-porter otoño-invierno 2014, marcadas como todos los años por su ciudad, los neoyorquinos pudieron encontrar con qué saciar su curiosidad en los desfiles de Peter Som, Pedro del Hierro o Jason Wu.
En el corazón del Soho, entre ladrillos, pese a la fineza de su vestido de noche en terciopelo amatista, la modelo top estadounidense Karlie Kloss exhibió soltura y ligereza durante el desfile de Wu, que ella mismo cerró bailando recubierta por un abrigo negro en alpaca "oversize".
"Me gustaba esa idea de bienestar (brindada) por vestimentas de exteriores", que, al abrirse, "dejan al descubierto el más hermoso de los vestidos de noche sostenido por tirillas finas en forma de spaghetti. Es muy sexual", explica a la AFP Wu, el fetiche de la primera dama Michelle Obama.
Bajo tapados de zorro plateado o de mapaches, parkas en piel de astrakán bordada y angora, se disimulaba un hombro desnudo o una espalda hábilmente estructurada por un vestido negro o gris en crêpe de satén.
"Me inspiré fuertemente en esos cortes muy deportivos, esa idea del sportswear estadounidense reinventado de manera muy suave, con ayuda de texturas como el mohair, el cachemir, los bordados, el visón", dice.
"Segura de sí misma" y "sexy"
En el californiano Peter Som, durante cierto tiempo joven creador en la casa estadounidense Bill Blass, los grandes abrigos militares en lana azul marino o impresa, las chaquetas de lana camello, esconden un vestido leopardo en piel de cabra o un corsé de gasa impresa, acompañado de plumas de avestruz de un naranja vivo. Tras la silueta masculina y los hombros anchos, la suavidad casi animal de una túnica en movimiento.
"La mujer del invierno 2014 es segura de sí misma", pero "también es sexy y se divierte", explicó al término de su desfile.
Inspirándose en las locuras creativas del "Swinging London" de los años 1960, Som dice haberse motivado también en el París de los 1970. Una silueta muy "a la Jane Birkin", en definitiva.
En Chelsea, a dos pasos de la galería Gagosian, la española Carmen March encontró también en esta dualidad su idea de la mujer del próximo invierno para la marca española Pedro del Hierro.
En ella, sin embargo, la referencia mayor de esta cohabitación entre una corteza masculina y un corazón sedoso es la muy especial época de los años 1940, marcados por la guerra, las carencias, la necesidad de vida, de renovación. Un sentimiento que encuentra eco en lo que, según dice, predomina actualmente en España.
"Los años 40 son las de la ropa apretada, los pantalones que te quedan cortos, los abrigos masculinos y, por debajo, ropa muy femenina, muy suave. Todo el mundo llevaba la ropa un poco rota, por eso tienes unas siluetas un poco rotas, largas, extrañas", cuenta la creativa.
"Una mujer bastante fuerte, independiente, que no necesita (...) accesorios, que tiene una cierta seguridad y un aplomo, y la energía de lo desconocido, del renacimiento" después de la crisis, dice, refiriéndose a las turbulencias económicas atravesadas por España en los últimos años.
Además de Tanya Taylor y Sally Lapointe, también estaban en programa el viernes Helmut Lang, Harare y Rag and Bone.
Unos 300 desfiles aparecen desperdigados esta semana por todo Manhattan, entre ellos los muy esperados de Marc Jacobs, Ralph Lauren, Victoria Beckham, Proenza Schouler, Prabal Gurung, Calvin Klein, y Alexander Wang en Brooklyn.