Para 2030, más de 35 países de todo el mundo tendrán poblaciones envejecidas, lo que significa que una de cada cinco estará compuesta por personas de 65 años o más. Por tanto, un cuidado de salud especializado, enfocado en optimizar la calidad de vida de este grupo es más que una necesidad.
A medida que las personas envejecen, se considera normal perder fuerza y capacidad de respuesta a diferentes actividades que solían ser fáciles o normales en el pasado. La pérdida de masa muscular relacionada con la edad puede comenzar a los 40 años, afectando el funcionamiento físico y la independencia a medida que los años avanzan y en consecuencia la calidad de vida diaria, la salud emocional y las relaciones familiares.
“Muchas veces, cuando recibo a un paciente en esta etapa, expresa que uno de sus mayores miedos es convertirse en una carga para su familia por falta de independencia”, afirma Robinson Cuadros, geriatra y representante de Colombia en la Asociación Internacional de Gerontología y Geriatría.
Algunas de las causas más frecuentes de pérdida de masa muscular, sin incluir enfermedades, son la falta de actividad y la edad ya que después de los 40 años se pierde entre el 5% y el 8% de la masa por década.
El plan nutricional es un factor clave para lograr el objetivo de ser funcional en las personas mayores. Independientemente de si una persona hace ejercicios para estimular sus músculos, el plan alimenticio influye directamente en los resultados. Pero, si los hábitos alimentarios no son los correctos, también actúan a la hora de perder masa muscular.
Tanto las proteínas animales como las vegetales son beneficiosas y se pueden encontrar en varios alimentos. Sin embargo, la proteína animal tiene una mayor calidad nutricional ya que posee todos los aminoácidos esenciales para ser considerada una proteína de alto valor biológico. Las vegetales contienen otros nutrientes como fibra, antioxidantes, grasas buenas, vitaminas y minerales. Por tanto, se recomienda incluir ambos tipos de proteínas en la dieta diaria.
También existen alternativas que, junto con la alimentación, condensan en sus propiedades los elementos necesarios para una buena nutrición. Los suplementos de alta calidad contienen proteínas, vitaminas, minerales y HMB, un derivado de la leucina, un aminoácido esencial, que tiene propiedades especiales y ayuda en la tarea de desarrollar y fortalecer los músculos.