Un organismo público estadounidense prevé aprobar reglas para impedir la creación de una internet de dos velocidades, aunque probablemente no acabe con las batallas en el país en torno a la "neutralidad" de la red.
El proyecto, que debe ser aprobado por los cinco miembros de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (FCC), busca garantizar un acceso igualitario a internet para todos los servicios en línea, prohibiendo a los proveedores del servicio bloquear o enlentecer contenidos o reclamar pagos suplementarios para acelerarlos.
Sus detractores ya anunciaron que presentarán recursos judiciales y que se opondrán en el Congreso.
Una iniciativa anterior fue cancelada hace un año por la justicia, pero la FCC espera esta vez alcanzar su objetivo de que Internet sea un servicio público.
Los grandes lineamientos del proyecto, anunciados a principios de febrero por el presidente de la FCC, Tom Wheeler, suscitaron unos cuatro millones de comentarios en las redes sociales y apasionadas tomas de posición sobre la importancia de una internet "libre", así como sobre la necesidad de promover la innovación y la inversión.
Chris Lewis, de la asociación de defensa de los consumidores Public Knowledge, definió el proyecto como "un gran paso adelante", que garantizará "una internet en la que los consumidores puedan navegar donde quieran".
Esto "impedirá acuerdos financieros que podrían perjudicar la innovación de las startups y de las pequeñas empresas, creando una internet dividida entre los más pudientes y los otros", consideró el senador demócrata Patrick Leahy.
- Regulación demasiado pesada -
Los detractores del proyecto Wheeler, que se basa en una legislación de 1934 que permite a la FCC regular a los operadores de telefonía, le reprochan haber creado una norma demasiado pesada.
Según Michael Powell, quien preside la Asociación Nacional de Operadores de Cable y Grupos de Telefonía, que representa a los operadores de internet de banda ancha, la FCC se encamina hacia una "regulación costosa (para los consumidores), lo cual podría acarrear una reducción de la inversión y de la innovación".
"Habrá recursos" ante la justicia si se aprueban estas normas, advirtió en una entrevista a la cadena CNBC Randall Stephenson, presidente del gigante de las telecomunicaciones AT&T. Con esta postura, la compañía podría hacer fracasar nuevamente la iniciativa, como lo hizo su principal rival Verizon con un proyecto anterior.
Asimismo llovieron críticas desde la mayoría republicana del Congreso, que podría no avalar las normas.
Tom Wheeler "sobrestima la autoridad de la FCC para modificar las normas sobre las comunicaciones en nuestro país" e "ignora el hecho de que sus reglas (...) probablemente quedarán bloqueadas durante años en la justicia por cuestiones relativas a su legalidad", advirtió Bob Goodlatte, quien preside la comisión de Justicia de la Cámara de Representantes.
- 'Plan Obama' -
El proyecto de regulación parece obedecer a las órdenes del presidente demócrata Barack Obama, quien consideró hace tres meses que "ningún servicio debería tener una conexión lenta por no pagar tarifas" adicionales.
Algunos republicanos lo califican de "plan Obama", sugiriendo que el presidente influyó sobre el organismo regulador, cuando éste debería ser independiente.
Incluso surgieron divergencias en el seno de la FCC, uno de cuyos comisarios, Ajit Pai, consideró que el proyecto "supondría una competencia menor y dejaría a los estadounidenses con menos opciones en términos de banda ancha", y puso como ejemplo que una inicitiva similar "impuesta en Europa" implicó una reducción de las inversiones privadas.
La regulación es respaldada en cambio por una coalición que integran unos 16.000 sitios web, entre los cuales el sitio de blogs Tumblr (filial de Yahoo!), la fundación Mozilla (que administra el motor de búsqueda Firefox) y el sitio de críticas de restaurantes y lugares turísticos Yelp.
Éste afirmó en un blog que, sin regulación, "internet será una víctima de los operadores de acceso a internet establecidos y monopólicos (...) que controlarán cuándo, cómo, dónde, por quién y a qué precio serán vistos los contenidos en la red. Esto representa una amenaza para la esencia misma de la libertad y de los valores estadounidenses".