Con motivo del Día Mundial Contra el Cáncer, el Instituto Nacional de Cancerología ha iniciado campañas de comunicación, con el fin de educar a las personas frente a esta enfermedad y borrar los mitos que giran alrededor de su existencia.

La desinformación es el motivo principal por el que millones de personas mueren a diario a manos del carcinoma, pues no conocer sus síntomas y tampoco el riesgo que genera la falta de tratamiento especializado, se convierte cada vez en un arma más peligrosa.

Los tratamientos alternativos no son un juego

1.      Mito: los factores de trasferencia ayudan a combatir el cáncer y manejar el sistema inmunológico.

Realidad: estos productos son conocidos por manejar moléculas por supuestamente ayudar al sistema inmunológico para que responda rápido y efectivamente, afectando las defensas y modificando el ADN en pacientes con cáncer. En general no se han obtenido resultados científicos contundentes en el tratamiento del cáncer y  son necesarios determinar la manera la manera de actuar, la dosis y los efectos segundarios de estos medicamentos.

2.      Mito: el cartílago de tiburón cura el cáncer, incluso los tiburones no sufren esta enfermedad.

Realidad: ningún estudio ha demostrado que el cartílago de este animal sea una cura contra el cáncer, y es más los tiburones si padecen la enfermedad. Se han advertido tumores de gran tamaño en la boca de tiburones blancos, así como protuberancias malignas en la cabeza del tiburón ballena. Lo único que se ha logrado es la extinción de millones de estos animales con el fin de obtener su cartílago.

3.      Mito: algunas personas vinculadas con tribus recomiendan el veneno del alacrán para curar el cáncer.

Realidad: no existe cura contra el cáncer. Se dice que el veneno del alacrán de la especie rhopalurus lunceus, nativo de Cuba, funciona contra el dolor y la inflamación, sin embargo, sin una comprobación medica no puede ser recomendados para ningún uso que tenga que ver con la enfermedad. Además esta sustancia se vende a precios muy elevados, haciendo que el paciente no haga más que perder su dinero.

Creencias populares, un arma de doble filo

1.      Mito: el cáncer es hereditario.

Realidad: en general  el cáncer no es hereditario, tan solo en algunos casos muy específicos. (Menos del 10% de los casos de la enfermedad se dan por causas genéticas)

2.      Mitos: tener cáncer es una muerte segura.

Realidad: tener cáncer no es ninguna sentencia de muerte, ya que está demostrado que más de la mitad de los pacientes que sufren la enfermedad se curan si son detectados a tiempo. Por eso es muy importante hacer una detención temprana del padecimiento y realizarse el tratamiento indicado por el especialista.

3.      Mito: algunas personas están predeterminadas para parecer cáncer.

Realidad: padecer o no cáncer es consecuencia de muchos factores. Influyen de manera importante los hábitos y el estilo de vida que se llevan. Si se lleva una vida saludable, libre de hábitos nocivos, las posibilidades de padecer la enfermedad se reducen dramáticamente.

4.      Mito: los celulares o los microondas producen cáncer.

Realidad: no existe investigación alguna que demuestre que algunos de estos dispositivos electrónicos provoquen cáncer.

5.      Mito: la gente que sufre de depresión tiene más riesgo de sufrir cáncer.

Realidad: el hecho de que una persona este predispuesta a sufrir depresión, este triste o melancólica no quiere decir que pueda sufrir algún tipo de cáncer.

6.      Mito: la medicina natural o la terapia alternativa pueden curar el cáncer.

Realidad: es totalmente falso. Hay que tener mucho cuidado con las falsas terapias naturales que aseguran curar la enfermedad. La única existencia científica que indica que cura los melanomas, es el tratamiento que recomienda seguir el oncólogo. Es muy importante no hacer caso a curanderos y charlatanes que aseguran tener el remedio infalible para el padecimiento. Es mejor optar por los consejos del médico,  una dieta saludable y periodos de descansos apropiados.

NO SE puede poner en riesgo la salud de los pacientes con cáncer mediante el uso de productos recomendados por personas del común y mucho menos se deben suspender los tratamientos médicos y científicos avalados por el quimioterapeuta./