La alimentación es un tema que ha suscitado un gran interés a lo largo de la historia. Ello, unido a una cierta ignorancia, ha favorecido el desarrollo de numerosos errores y mitos sobre la alimentación, que han provocado injustificadamente un cambio en el comportamiento y en los hábitos alimentarios de muchas personas, pues cada vez que nos vemos una lonjita en el abdomen recurrimos a esas dietas que algún día escuchamos en la peluquería, supermercado o incluso Internet, que sin pensarlo dos veces comenzamos hacer, sin saber que podríamos estar perjudicando nuestro cuerpo.
No se trata de eliminar de nuestras comidas o cohibir el paladar de ciertos alimentos, las dietas deben cumplir el requisito de aceptar todo nutriente, pero con la fórmula mágica de las cantidades. Por eso aquí hacemos un recuento de los mitos que circulan a entorno a los regímenes alimenticios.
1. No se debe comer pan. Falso. El pan, la pasta, el arroz y el resto de carbohidratos son necesarios para que el cuerpo funcione. Son la gasolina que nos hace movernos y estar saludables. Sin embargo, es cierto que hay que tomarlos con moderación y reducir su consumo conforme va avanzando el día.
2. La fruta se puede comer a todas horas. Falso. Aunque es cierto que la fruta es una opción sana como snack entre horas, lo cierto es que no puede tomarse en grandes cantidades porque contiene fructosa. Esta funciona igual que el azúcar, por lo que no es recomendable ingerirla en grandes cantidades y preferiblemente tampoco en las noches.
3. Existen grasas buenas. Verdadero. No todas las grasas son perjudiciales para el organismo. Si bien es verdad que las grasas saturadas son altamente perjudiciales para la salud, las mono insaturadas y poliinsaturadas pueden tener consecuencias muy ventajosas a la hora de adelgazar. Estas se encuentran en los frutos secos, como las nueces, el pescado azul, el salmón y en los huevos.
4. Saltarse comidas adelgaza más rápido. Falso. Saltarse las comidas hace que el organismo se prepare ante un "periodo de sequía" y por lo tanto tienda a acumular grasas para sobrevivir. De esta manera, lo único que se consigue es el desgaste muscular y ralentizar el metabolismo, que es el encargado de quemar la energía que sobra.
5. La báscula no engaña. Falso. ¿Sabía que un kilogramo de grasa ocupa el doble de espacio que un kilogramo de músculo? Por eso, cuando se pierde grasa pero se gana músculo, la báscula no cambia aunque la ropa quede grande.
6. Para estar delgado hay que hacer mucho cardio.Falso. El ejercicio cardiovascular es el mejor aliado a la hora de perder grasa, pero si el ejercicio se limita a correr, ir en bicicleta o hacer elíptica, al cabo del tiempo se pierde más que peso masa muscular. Entonces, ¿cuál es el problema? Que es el músculo es el que se encarga de quemar la grasa y si lo perdemos, acabaremos recuperando todos los kilos de más.
7. Es mejor hacer varias comidas repartidas a lo largo del día. Verdadero. Cuando al cuerpo se acostumbra a realizar pequeñas ingestas de comida cada 3 o 4 horas, el metabolismo se mantiene activo y sigue quemando grasa. Además las digestiones serán mucho más ligeras evitando la acumulación de gases y dolor abdominal.
8. Adiós al chocolate. Falso. Una onza de chocolate negro al día, es decir, con más del 70 % de cacao, no solo se puede comer sino que es aconsejable. Esto se debe a los antioxidantes que contiene y que ayuda a bajar la presión arterial y subir el colesterol bueno. Además mejora la visión y refuerza el estado de ánimo.
9. El agua hace que se retenga líquidos.Falso. Beber agua es la mejor manera de expulsar los líquidos. Sobre todo durante el periodo, las mujeres tienden a hincharse debido a la retención de la sangre. También ocurre tras un fin de semana de excesos o grandes comidas. Para ello, la mejor solución es beber de dos a tres litros de agua.