Se dice que las imágenes valen más que mil palabras. Por eso es importante revisar cada uno de los fragmentos de nuestra historia y nada mejor para hacerlo que la exposición Nereo López: un contador de historias, donde se puede apreciar, con elocuencia y desparpajo, el trabajo noble de los vendedores de frutas en las plazas, la transformación de una Bogotá republicana a una metrópoli del siglo XX, la belleza de las bellas mulatas y, en general, una serie de acontecimientos que nos hacen reconocernos como colombianos.
Nereo tiene el trópico marcado en sus ojos. La luz y claridad de su Caribe, los golpes del mar cuando pegaban con sus pies y la sabrosura de esos paisajes, también quedaron grabados en sus retinas. Nereo, emblemático fotógrafo y artista que nació en la Costa Caribe colombiana en 1920, ha sido un testigo excepcional de las transformaciones del siglo XX y comienzos del XXI. Él es una suerte de viajero y explorador con cámara fotográfica a bordo: un foto-periodista, como dirían algunos, considerado uno de los pioneros en el desarrollo de la técnica y la mirada clásica de este género periodístico.
La Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, a través de su Instituto Distrital de las Artes y la Gerencia de Artes Plásticas, con el apoyo del Ministerio de Cultura, la Universidad de Los Andes, el Banco de la República y la Embajada de España, invitan a los amantes de la fotografía y la reportería gráfica a visitar la exposición itinerante Nereo López: un contador de historias, que estará instalada en la Sala de Exposiciones Bibliográficas (2° piso) de la Biblioteca Luis Ángel Arango, del 10 de este mes hasta el 12 de junio.
El viajero que no conocíamos
Para los amantes de la fotografías Nereo López es una suerte de maestro que se ha convertido en un paradigma. Sin embargo, hay un lapso comprendido entre la década de 1958-1968 que tiene una buena cantidad de trabajos suyos, de los cuales poco se había recopilado. Aquí encontramos al artista viajero, cronista y casi cineasta, cuya serie corresponde a grupos de fotografías que se presentarán en la exposición.
Muchas de estas imágenes fueron publicadas en su momento en revistas como Cromos y O Cruzeiro; otras son inéditas, pero en general fueron todas tomadas por el autor pensando en su posterior publicación, no como obras de arte, sino como relatos visuales.
Esta exposición hace parte de un proyecto piloto de la nueva versión de Fototeca; se trata de un ejercicio de difusión que abarca un proyecto expositivo de reproducción múltiple, pues se realizó un importante número de copias impresas en papel que se distribuyeron en más de 200 instituciones entre sucursales del Banco de la República, colegios distritales, bibliotecas públicas, museos regionales y casas de cultura.
Además, a disposición del público quedará el libro Charla con Nereo, donde se incluye el contenido de la exposición y se adiciona un grupo de fotografías y series de más.