EL ARTE de Mario Navarrete es como un puente. Con su trabajo, el maestro bogotano ha sido capaz de unir a Italia con Colombia, al Renacimiento florentino con las cosmovisiones de los chibchas del altiplano cundiboyacense. No existen barreras, ni de tiempo ni de lugar.
Un buen ejemplo son las 60 joyas y los dos cuadros que Navarrete actualmente exhibe en el Claustro de San Agustín, sede de la Dirección de Museos y Patrimonio Cultural de la Universidad Nacional de Colombia, en Bogotá, como parte de la exposición “La escritura del Dorado”.
En estas piezas, recrea motivos de la caligrafía chibcha a través de la técnica del mosaico florentino; de esta forma establece vínculos entre la tierra italiana en la que reside y su ser colombiano. Pero, además, su arte tiende puentes entre el pasado y el presente al utilizar dos conocimientos antiguos para desarrollar una obra contemporánea.
EL NUEVO SIGLO: ¿De dónde viene su interés por los motivos precolombinos?
MARIO NAVARRETE:Comencé a estudiar mi cultura desde que cursaba bellas artes en la U.N. Tanto así que una de mis exposiciones, cuando apenas tenía 20 años, fue sobre la lectura de los volantes de huso (pequeñas piezas de cerámica utilizadas en el hilado de algodón) y por muchísimos años seguí trabajando en cerámica lo que hizo la cultura muisca. Inspirado en ello, proyecté obras contemporáneas.
ENS: ¿Qué fue lo que más llamó su atención de la caligrafía chibcha?
MN:La caligrafía presumible chibcha, pues los últimos estudios señalan que estos grafos pueden ser mucho más antiguos, es de una riqueza estética prodigiosa. Estas pictografías tienen un aspecto contemporáneo que resulta impensable, al punto de poder ser la siglas de grandes diseñadores. Esto nos habla de la fuerza y la magia de las personas que realizaron estos trazos sobre las piedras.
ENS: ¿Cómo llega a la unión entre esta caligrafía y el mosaico florentino?
MN:El mosaico florentino es una técnica poco conocida que data del Renacimiento italiano y actualmente la usamos muy pocas personas en el mundo para expresarnos artísticamente. Cuando la conocí hace 38 años me enamoré de ella.
Cuando un artista conoce una técnica, con ella exprime lo que más le preocupa en el alma: yo soy un ciudadano colombiano, específicamente bogotano y seguramente de origen chibcha. Entonces, mi pensamiento era algún día realizar algo que tuviera que ver con mis orígenes. El momento llegó y el resultado son estas obras que hacen parte de una colección de 145 piezas.
ENS: ¿En qué consiste el mosaico florentino?
MN:Es plasmar con piedras –de diferentes colores, duras, preciosas, naturales y no transparentes– lo que el pintor plasma con el pincel y los colores. Es hacer una composición con secciones de piedra rica en valores cromáticos. La técnica consiste en utilizar el claro-oscuro natural de las piedras, es decir, su manchas o tonalidades.
El espectador va a encontrar que estas composiciones, mirándolas de una cierta manera, van a moverse solas. Son efectos ópticos producto del contraste entre la figura y el fondo, y entre las mismas piedras.
ENS: ¿Qué significados tienen las piedras en su trabajo?
MN:Las piedras son vestigios del origen del infinito. Son una extraña composición de minerales, de gases, de pesos, como los meteoritos con que se formó el universo. La tierra es un compuesto del universo, eso quiere decir que las piedras que estoy utilizando en esta exposición tienen su misma antigüedad. Hay una magia particular.