El regreso de la casa Schiaparelli -la legendaria rival de Coco Chanel- al mundo de la alta costura femenina es un evento muy esperado en París, además de las colecciones de moda masculina, que esta semana marcarán la tendencia tras los desfiles de Londres y Milán.
El varón declinado en Milán por Bottega Veneta, Ferragamo, Prada o Missoni supo pasar con ligereza de lo informal a la sofisticación, mientras que en Londres se dieron cita como es costumbre creatividad y tradición sartorial.
París tiene la palabra a partir del miércoles, día en que desfilará el glamour consagrado de Valentino y la propuesta innovadora del belga Raf Simons, que para la ocasión creó una marca efímera junto al artista plástico norteamericano Sterling Ruby, que ya había diseñado su tienda de Tokio en 2008.
La semana de la moda masculina prêt-à-porter otoño invierno concluirá el domingo con la colección de Hedi Slimane para Saint Laurent.
La genialidad del diseñador francés (1936-2008) inspira hasta el día de hoy no solo a Slimane sino también a los cineastas: este mes se estrenó en París "Yves Saint Laurent" de Jalil Lespert, donde el actor Pierre Niney logra recrear con notable fidelidad la complejidad de su personalidad, mientras que en octubre saldrá otro filme biográfico "Saint Laurent" de Bertrand Bonello.
El sábado desfilará la colección que el belga Kris Van Asche --discípulo de Slimane-- presentará por séptimo año para la casa Dior.
Otros platos fuertes de la semana serán las colecciones de Rick Owens, Hermes, Lanvin y Paul Smith.
Entre las marcas que desfilan por primera vez en París destacan la japonesa Sacai, Iconosphere de la diseñadora británica Julia Smith, y Y/Project a cargo del creador belga Glenn Martens.
Las colecciones masculinas cederán el paso a partir del próximo lunes a la alta costura femenina, es decir la aristocracia de la moda donde ofician una cantidad reducida de marcas.
Se trata de prendas hechas a mano, a medida de la cliente o creadas para la pasarela como una obra de arte por los grandes nombres de la moda, incluyendo Chanel, Dior, Jean Paul Gaultier o Saint Laurent, pero también otros menos famosos que lograron entrar al exclusivo club.
Este año destaca además el regreso de la casa fundada por la diseñadora italiana Elsa Schiaparelli (1890-1973), que en la década del 30 llegó a opacar la fama de Chanel con osadas creaciones multicolores inspiradas en los surrealistas.
Con su famoso rosa fucsia "shocking" o vestidos con motivos de langosta o esqueleto dibujados por Salvador Dalí o Jean Cocteau, el nombre de Schiaparelli quedó grabado con letra de desenfado y elegancia en el diccionario de la moda, pero había desaparecido de las pasarelas durante cuatro décadas.
La marca fue adquirida en 2007 por el empresario italiano Diego della Valle, y todos esperan con interés el resultado de esa resurrección.
Varios días después del desfile previsto el 20 de enero, Schiaparelli dará otra vez que hablar con motivo de una subasta organizada en París por Christie's. La actriz norteamericana Marisa Berenson, nieta de la diseñadora, pondrá en venta una serie de objetos de arte y moda que pertenecieron a Elsa Schiaparelli.
Según Didier Grumbach, presidente de la Federación francesa de la moda, el sector de la alta costura cambió pero goza de buena salud. "Hoy en día, una mujer puede vestirse en prêt-à-porter y optar por la alta costura para una ocasión" especial. Y agrega: "hay cada vez más mujeres muy ricas en el mundo, y por lo tanto más clientes que en la época de Saint Laurent".