Estibas, costales de polipropileno, envases de tetra pack o botellas son algunos de los materiales que se han convertido en protagonistas de esta tendencia verde
El cuidado del medio ambiente ya no es una opción, sino una obligación y más cuando se trata del impacto negativo que implica tener un restaurante o un proyecto empresarial. Algunos lo hacen por consciencia y otros por moda, pero al final se está convirtiendo en una tendencia: el mobiliario ecológico.
“Creo que las tendencias de consumo están cambiando, los consumidores estamos cada vez más informados, más conscientes sobre la importancia de adquirir productos o servicios responsables, no solo con el medio ambiente sino con la sociedad. Cada vez sabemos la importancia de cuidar el planeta y que no estamos yendo por un buen camino y que si no cambiamos ahora luego va a ser muy tarde”, le dijo a EL NUEVO SIGLO Yolima García, directora comercial de Proplanet.
Estibas, baldes de cartón, costales de propileno envases de Tetra Pack y PET, el material más contaminante que hay en el mercado, entre otros más se han vuelto protagonistas de esta iniciativa a favor del medio ambiente para fomentar una cultura del cuidado del agua y el reciclaje como parte de las empresas, colegios, casas o restaurantes.
Arte con basura
Una de las organizaciones dedicadas a la promoción del cuidado es la Fundación Promedio, un proyecto que nació con el matrimonio de Catalina López y Samuel Córdoba en la Sierra Nevada de Santa Marta, quienes decidieron que la basura era el mejor material para expresar el arte y por su puesto poner en práctica el reciclaje.
“Con la basura se puede hacer lo que sea y no necesariamente hay que partir de cero para construir obras y cosas de calidad. Velamos por enseñar a nuestro equipo que no es necesario partir de cero para podernos expresar”, le expresó a este Diario Catalina López.
Bolsos de costales de polipropileno, un material que usan en construcción para empacar arena o también harina de trigo es transformado en moda con prendas ReUso, una idea de Samuel, quién después de ver a su mamá llegar cada 15 días del mercado con su saco de fibra sintética creó una colacción de carteras “Harina de otro costal”.
Durante sus 10 años la Fundación ha empleado diferentes materiales como canastas de botellas, retazos de madera, estibas, cartón y más que recolectan en los basureros para piezas de diseño como vallas publicitarias, arquitectura construyendo muebles, librerías, stands y arte como escenografía para figuras de la música como la Orquesta Filarmónica Juvenil de Colombia.
Aunque los materiales utilizados son económicos, Catalina asegura que el precio del producto final no necesariamente tiene que serlo también. “La gente cree que como la basura uno la bota pierde todo su valor y resulta que cuando uno está desechando esos materiales, muchas veces los botan mal, se ensucian, se daña, entonces todo el trabajo de reutilización de basura o de rescatar materiales no es tan barato como lo piensa la gente”.
Muebles hechos con cajas
Como una necesidad de disminuir los índices de contaminación y darle utilidad a los desechos que generan las empresas nació Proplanet, que hace seis años recoge cerca de 1000 toneladas anuales de envases Tetra Pack, aquellas cajas de jugo o leche que son desechadas para convertirlas en tejas termo acústicas, materas, mobiliarios escolares y urbanos, jardines verticales y puntos ecológicos.
“Este material lo procesamos, separamos el cartón, que es el 75% del envase, nos quedamos con el plástico y el aluminio. Estos materiales quedan una composición 80% plástico, 20% aluminio y con ese fabricamos unas placas que se llaman polialuminio con las que realizamos los productos que comercializamos. Adicionalmente a estas placas les estamos incorporando otras materias primas como las cápsulas de café e inclusive hemos hecho pruebas con residuos de cuero”, afirmó Yolima García, directora comercial de Proplanet.
Ekomuro H2O
Pero el cuidado del medio ambiente no solo implica el reciclaje, sino también el ahorro del agua, por eso Enrique Alba Torres junto a su papá crearon un dispensador de aguas lluvias, el Ekomuro H2O, una iniciativa que se gestó como un proyecto de secundaria y que se fue extendiendo en todos los colegios de Bogotá y diferentes organizaciones como parte del programa de Responsabilidad Social.
“La idea surgió justamente de la necesidad de reutilizar ese material, los envases PET nos dimos cuenta que era una problemática que existía en la ciudad, se veían muchos envases PET en los parques, en los ríos e inicialmente queríamos utilizar estos envases PET como tanque como un calentador solar, que era el proyecto que teníamos anterior mente”, comentó Enrique.
Este dispensador recoge el agua lluvia que cae en los tejados, se filtra en el sistema compuesto por 54 botellas PET unidas por tapas termo fusionadas. Cada módulo tiene una capacidad de 162 litros y cuenta con una válvula para que así se pueda reutilizar el líquido en las diferentes labores de aseo y no gastar el agua potable.
Gastronomía ecológica
Un marco de estibas recibe a los comensales del restaurante “Con B de Burro”, ubicado a las afueras de la ciudad en el municipio de Mosquera, Cundinamarca. Burritos colombianos, hamburguesas, salchipapas y demás son servidos en mesas hechas a mano, las sillas y las lámparas de baldes de cartón hacen parte de la filosofía verde de este proyecto que nació como una tesis universitaria.
Con B de Burro es otra de las iniciativas por incluir la protección del medio ambiente en la cultura empresarial, encabezada por Fabián Ramírez, uno de los creadores del restaurante, quien decidió que su negocio iba a reducir el uso de materiales que generan contaminación como pitillos, el icopor y el plástico en sus empaques.
Contrario a muchos líderes de la protección al medio ambiente, Fabian piensa que la tendencia del mobiliario ecológico usando estibas como lo implementa en su restaurante se ha vuelto moda, olvidando el verdadero sentido de la iniciativa.
“Hay mucha gente que por medio de las tendencias comienzan hacer copias de los negocios. Conozco gente que trabaja con estibas y ni siquiera saben que son reutilizables. De hecho, ahora lo que hacen es comprar palos que imitan a la estiba y les hacen modificaciones a los restaurantes o a sus mesas y eso no tiene ningún sentido”
La iniciativa de tener un mobiliario ecológico “va a ser un tema fundamental y hoy mucha gente está entendiendo porque es barato, es ecológico y es tendencia”, finalizó Fabian.