Una parte de la diversidad cultural del Perú se instaló en Bogotá a través de las fotografías de Morgana Vargas Llosa, quien retrató a 50 familias limeñas anónimas que podrían ser parientes cercanos o simplemente desconocidos que alguna vez se han mirado a los ojos mientras caminan por la capital del país vecino.
Mírame Lima es la muestra que se puede apreciar hasta el viernes en la sala de exposiciones Julio Mario Santo Domingo de la Universidad de Los Andes. Las familias retratadas abrieron las puertas de sus casas y se dieron a conocer. Eligieron sus objetos más queridos para, como en una obra teatral, poner en escena sus propias vidas: quiénes son, con qué sueñan y en qué creen.
Asimismo buscaron los elementos que los representaban de la manera más sincera: alguien eligió la maleta que hace veinte años usó para viajar del Cuzco a la capital, otros quisieron mostrar su álbum familiar, los platos que protagonizan sus domingos, los instrumentos que le ponen música a sus vidas o los libros que ampliaron sus horizontes. En muchos de los casos, las familias se extendieron y abrazaron nuevos miembros: trabajadores, amigos o alumnos.
“Las fotografías de Mírame Lima expresan la riqueza multicultural del Perú en todo su esplendor y nos hacen partícipes de ella. Cada imagen es un complejo escenario, rebosante de vida y color, poblado por personas de raíces diversas y orígenes geográficos dispares como India, Palestina, China o la selva peruana. Los retratados posan de una manera positiva, orgullosa y representativa. Se sienten felices de la labor que desarrollan, del papel que cumplen dentro de la sociedad y, sobre todo, de formar parte de un colectivo al que consideran su familia”, comentó Juan Manuel Castro, curador de la exposición.
Desde que era un damero de 17 manzanas, Lima siempre ha sido una ciudad de oportunidades para quienes llegaron con voluntad de progreso. Lo ha sido tanto para los migrantes provincianos como para los italianos, chinos, japoneses, árabes, españoles, franceses o alemanes que, con sus costumbres y creencias, vienen enriqueciendo y multiplicando la ciudad desde hace 478 años. De esta forma, Mírame Lima pone en evidencia esas características en común que tienen cada una de las personas que habitan la ciudad: ser limeño es un rasgo psicológico, un estado de ánimo, algo que los define y los une. Sin embargo existe todavía el temor a mirarse, a ponerse en el lugar del otro y aceptarse, como si fuera un mal de todas las metrópolis.
“El espectador de estas fotografías es un invitado de honor al que se le ofrece el privilegio de asomarse a una realidad heterogénea e integradora en la que, sin duda, podría sentirse él mismo a gusto. La cantidad de información que proveen las imágenes permite conocer cómo viven sus habitantes, cuáles son sus pertenencias más preciadas, sus sueños, sus valores, y también las religiones, costumbres y creencias provenientes de los más variados lugares del mundo. Este es, en mi opinión, el principal valor del presente ensayo fotográfico: constituir un documento de la riqueza incalculable del Perú, no solo para el momento actual, sino para las generaciones futuras que podrán disfrutar de un fresco extraordinario de la sociedad limeña de principios de siglo XXI”, añadió Castro.
En síntesis, Mírame Lima es una invitación a conocer el Perú sin prejuicios, a ver desde otra perspectiva una ciudad plural tanto en costumbres como en cultura y ver la marca que ha dejado en el mundo entero.