“MINA-MATA” es una obra de Gilberto Martínez, inspirada en las fotografías y crónicas de Eugene Smith que dan cuenta de la tragedia ocasionada por el vertimiento de mercurio en la bahía de Minamata, en Japón, en el mar de Shiranui.
Los habitantes de esta zona costera sufrieron alteraciones neurológicas graves ocasionadas por el consumo de alimentos contaminados con mercurio en hechos que marcaron un hito en la historia de las tragedias ambientales del planeta.
Tanto impacto tuvo la historia que la vida de Smith fue llevada a la pantalla grande en una película protagonizada por Johnny Depp.
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Después de varias décadas de lucha la gente logró que se reconocieran las responsabilidades de lo que terminó siendo un genocidio industrial que no ha parado de suceder en distintas partes del planeta.
Además de este elemento de denuncia ambiental, la obra que cuenta con la dirección de Juan Carlos Moyano, tiene el interés de haber sido una de las últimas dramaturgias escritas por el maestro antioqueño Gilberto Martínez Arango, fallecido en 2017.
Un montaje para no olvidar, puesto que fue ganador de la Beca de Creación de Idartes para grupos de Larga Trayectoria 2023.
Ahora, el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo presenta en dos funciones, una que se llevará a cabo hoy y la otra mañana, de la mano de Teatro Tierra y Casa del Teatro de Medellín.
Genocidio industrial
El Teatro Tierra realizó el montaje que habla del genocidio industrial que ocurrió en la ciudad japonesa de Minamata, por cuenta de los vertimientos de residuos tóxicos en las aguas de una bahía de pescadores, donde surgió una enfermedad dolorosa y letal que se extendió rápidamente y dejó casi tantas víctimas como la bomba de Hiroshima.
Las instituciones y una empresa notable, símbolo de prosperidad, fabricante de insumos para producir agroquímicos, perfumes y plásticos, durante largo tiempo evadieron responsabilidades y no tomaron medidas preventivas. Eso ocasionó una tragedia que desbordó las posibilidades de manejo de la enfermedad, que se adquiere a través del consumo de peces y mariscos, que a su vez han ingerido algas y sedimentos contaminados.
La obra sondea el drama humano y deja ver los efectos sociales y personales de un desastre ecológico y biológico que termina alterando la naturaleza y la vida de una manera irreversible.
Inspiración gráfica
Gilberto Martínez Arango, el autor de la pieza, se inspiró en el álbum fotográfico y en algunas crónicas de Arthur Eugene Smith, corresponsal de la legendaria Revista Life. En las postrimerías de su carrera, el reportero gráfico viajó a Japón a cubrir la noticia de una enfermedad desconocida, tan devastadora como la bomba de Hiroshima.
Sus testimonios son crudos y delatan un mundo regido por las inversiones y los dividendos, donde la vida o la salud pública ocupan un renglón secundario en relación a las ganancias de las grandes empresas.
Se trata de una pieza de renovado lenguaje, una obra visionaria que habla de seres afectados por la cadena de efectos que arrasan con el sistema nervioso central, los órganos internos y que, además, permean la placenta e inciden en el desarrollo genético, destruyendo la calidad de vida de los pacientes y sus familias.
Obsesión extractiva
El autor titula la obra Mina-Mata, divide la palabra, tal vez aludiendo a lo que está ocurriendo en Colombia con la minería, que, a gran escala, extrae oro y utiliza mercurio, que contamina los ríos en la Amazonía, en el Litoral Pacífico, en las montañas de Santander, en el Eje Cafetero y en el Bajo Cauca Antioqueño.
Hay regiones donde la situación es alarmante y algunos periodistas. Aún no se toman medidas serias desde las instituciones responsables de la salud pública, pero ya hay un alto porcentaje de mercurio en los organismos de seres humanos que comienzan a dar la sintomatología de una tragedia anunciada.
La obra devela un problema que es trasnacional y afecta directamente a Colombia, junto con la China y Singapur, es uno de los países que más contamina las aguas con mercurio.