Cerca de mil miembros de la secta cristiana Dios Todopoderoso, que predice grandes cataclismos el 21 de diciembre coincidiendo con el fin del mundo supuestamente anunciado por los mayas, fueron detenidos en varias provincias chinas, indicó este jueves la prensa.
Además de los 400 arrestos anunciados el martes por las autoridades de la provincia de Qinghai (noroeste), 357 miembros de la secta "fueron investigados y sancionados" en la provincia pobre de Guizhou (suroeste), según el periódico Xinjing Bao.
Otros 27 miembros de la secta fueron arrestados en la ciudad de Foshan, cerca de Cantón (sur), y en Wuxi, en la provincia oriental de Jiangsu, se detuvieron a "varias decenas" de seguidores, según la misma fuente.
También hubo arrestos en Mongolia Interior (norte), en Jiangxi y Fujian (sureste) y en Xinjiang (noroeste), según el periódico.
El grupo Dios Todopoderoso, fundado a principios de los años 1990 en la provincia central de Henan, fue incluido en la lista de sectas prohibidas en 1995 y su fundador, Zhao Weishan, huyó a Estados Unidos, explicó el Xinjing Bao.
El grupo llama a sus miembros a derrocar el Partido Comunista Chino, al que califica de "gran dragón rojo", y asegura que ya ha llegado una nueva era presidida por un Cristo femenino, indicó el lunes el periódico Global Times.
Desde el estreno de la película "2012", inspirada en el fin del mundo supuestamente anunciado por los mayas, se han multiplicado en China las predicciones de apocalipsis, como los de esta secta que anuncia tsunamis y terremotos en todo el planeta.
A principios de diciembre, Dios Todopoderoso organizó reuniones públicas, repartió panfletos y pegó carteles en dos ciudades de la provincia de Qinghai, indicó la televisión CCTV.
El Partido Comunista reprime sistemáticamente todas las organizaciones que desafían su autoridad.
A finales de los años 1990, el movimiento espiritual de inspiración budista Falungong, que tenía millones de miembros, llevó a cabo una manifestación silenciosa en la que rodeó las residencias de los altos dignatarios en el barrio de Zhongnanhai, en pleno corazón de Pekín.
Está acción llevó a la prohibición del movimiento y a la persecución de sus miembros.
China tiene una larga tradición de represión de los movimientos religiosos que a lo largo de la historia intentaron, y a veces consiguieron, derrocar el poder. En el siglo XIX, los Taiping establecieron un "reino celeste" en el sur del país dirigido por un "emperador", Hong Xiuquan, que afirmaba ser hermano de Jesucristo.