En la mente de los colombianos están presentes los recuerdos, buenos o malos, de un paseo familiar; ese que se esperaba con ansias y que normalmente se hacía a final de año. Es que salir de paseo, además de ser una forma de distracción y de esparcimiento, despierta la memoria colectiva, pues la olla del sancocho, la piscina, el Renault 4, la finca y otras imágenes se convierten en una especie de afirmación de la identidad local, que permite entender una serie de dinámicas colectivas y sociales.

Melgart: Arte de paseo, tiene que ver precisamente con reelaborar el tema del paseo como un fenómeno que se presenta desde el siglo XIX. La exposición está fundamentada en un doble movimiento: el primero tiene que ver con revisiones individuales de las experiencias de cada uno de los artistas como historia pero también como problema conceptual. Y por otro lado se ha realizado una serie de paseos que sirvieron como referencia para hacer la obra que se expone. Así, en la sala de exhibición del Museo de Arte Moderno de Bogotá, los asistentes podrán encontrar “lugares comunes” que provocarán “reflexiones comunes” sobre la idea del desplazamiento, la memoria, la producción, la diversión, etc. La muestra se abre al público el 12 de este mes.

Tangos y bares

En esta muestra las figuras acicaladas le dan espacio al cambio para superar las restricciones de lo cotidiano. Los estudios que realizó en Europa el artista colombiano Gustavo Múnera Ruiz propiciaron la inspiración para esta obra de arte. Tangos y bares es la expresión de un ciclo que culmina, la figura humana evoluciona en su afán de convertirse en un arte abstracto, la mezcla de lenguajes camina de la mano del mundo sórdido de la noche, en donde se acaricia lo mundano, lo femenino y lo oscuro.

A Múnera le apasiona la mujer cuando interactúa en la sociedad; en su obra, Tango y bares, el tango va de la mano de la mujer, en un espacio noctámbulo, inspirado en el lenguaje cultural de la mujer; la mujer coqueta y la mujer que se engalana para llamar la atención. La muestra estará abierta hasta el 20 de este mes en la Asamblea Departamental de Antioquia.

Ruinas persistentes

La obra de Gabriel Botero interpela un espacio común en donde el oficio del obrero y del artista confluyen a partir de la memoria del trabajo, del hacer, de las promesas políticas, de las herramientas y de todo aquello que es previo y que funciona en pro de la producción. Cada pieza cuestiona la noción común en la que aquello arruinado y perecedero debe ser olvidado e incluso removido. Por el contrario, se busca por medio de la intervención, la adquisición de nuevas funciones para los objetos. De este modo cada objeto deviene en una nueva imagen que el espectador rescata.

Gabriel Botero apela así a la conservación de la memoria, usando técnicas como el fotograbado. Parte entonces de lo personal para llegar a los espacios y paisajes olvidados afectados por la producción masiva. Nos presenta las ruinas como evidencia del espacio habitado, que persisten en el momento en el que se sigue existiendo dentro de ellas. Es así como Botero adapta la galería delinfinitoarte Bogotá, a un espacio del oficio, del quehacer, del trabajo minero y de la creación artística, desde el 12 de este mes a las 7p.m.