Pilar Quintana nació en Cali en 1972 y es una de las escritoras más destacadas de Colombia. En 2007 fue seleccionada por el Hay Festival entre los 39 escritores menores de 39 años más destacados de Latinoamérica. Participó en el International Writing Program de la Universidad de Iowa como escritora residente y en el International Writers# Workshop de la Universidad Bautista de Hong Kong como escritora visitante.

Es poseedora de una de las trayectorias literarias más emocionantes e inspiradoras de su generación. Sus historias humanas y llenas de realismo han llegado a todo el mundo en forma de cinco novelas y un libro de cuentos, entre ellas “Caperucita se come al lobo” (2012), “Coleccionistas de polvos raros” (2007), “La perra” (2017), ganadora del IV Premio Biblioteca de Narrativa Colombiana, traducida a 20 lenguas.

Adicionalmente, fue finalista del Premio Nacional de Novela del National Book Award en Estados Unidos y ganó el Premio Biblioteca de Narrativa Colombiana y un PEN Translates Award. Fue merecedora del Premio Alfaguara de novela 2021 por “Los abismos” y recientemente lanzó la segunda edición de su libro “Coleccionistas de polvos raros”.

EL NUEVO SIGLO tuvo la oportunidad de hablar con ella sobre su más reciente lanzamiento y de los alcances que ha tenido su literatura.

EL NUEVO SIGLO: ¿Por qué hacer una segunda edición de  “Coleccionistas de polvos raros”?

PILAR QUINTANA: Quince años después sale esta nueva edición de Alfaguara con unas pequeñas correcciones, pero es la misma historia de los años 80 cuando los carteles de Cali estaban en su apogeo y la ciudad nadaba en dinero del narcotráfico. En aquella época los capos eran vistos por las calles, se codeaban con la gente, era una élite muy poderosa, tanto así que eran respetados. Corría el año 1989 yo tenía 19 años y me fui de Cali a Estados Unidos, luego estuve en Bogotá y a finales de los 90 volví a mi ciudad. Para ese momento el cartel de Cali había sido desarticulado, los capos estaban presos y la ciudad estaba deprimida económicamente y moralmente. Me impresionó mucho ese cambio y por eso quise contar esa historia: ver a una ciudad con muchas inequidades, con el estallido social, una élite que quería preservar su lugar así fuera a través de la violencia y la narrativa se da en contar la vida de una muchacha de barrio popular, hija de una modista, que logra ascender y llegar a la ciudad gracias al narcotráfico.

ENS: En el libro “Los abismos” aborda la realidad de la maternidad más allá de ser un momento tierno, ¿qué la inspiró a escribirlo?

PQ: Es una novela que también transcurre en el Cali de los años 80 y básicamente lo escribí porque es la realidad de la maternidad, porque se siente duro serlo y que a veces la gente cree que es bonito, pero al contrario, una mujer tiene que pasar por muchas batallas.

ENS: Y con esa historia ganó el premio Alfaguara, ¿qué significó eso para usted?

PQ: Estuve cuatro años escribiéndola y la terminé justo antes de la pandemia. En octubre del 2020 lo postulé al Premio Alfaguara y en enero de 2021 me lo gané. Sé que compitió con más de 2.500 manuscritos y mi libro fue el ganador, eso para mí fue una sorpresa mayúscula, algo maravilloso como escritora y como persona. A mí me gusta contar  historias humanas, sensibles, llenas de realismo y que lleven a la reflexión.

ENS: Con la novela “La perra” también ha logrado un gran reconocimiento, ¿a cuántos idiomas ha sido traducida?

PQ: A más de 20 idiomas y todavía se sigue haciendo en varios países. Esta novela es el reverso de “Los abismos”. Es una narrativa breve que transcurre en el Pacífico colombiano, en un pequeño pueblo donde confluyen la belleza y la violencia de la región y conviven, separados, la riqueza y la pobreza, los blancos y los negros; allí tiene lugar la historia de Damaris, donde una mujer que está llegando a los 40 años quiere  tener un hijo y no ha podido y por eso decide adoptar una perrita a quien le pone Chirli, como hubiera querido llamar a la hija que nunca tuvo.

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ENS: Definitivamente todas sus novelas han gozado de un enorme reconocimiento internacional, ¿cuál de todas ha disfrutado más?

PQ: Es muy difícil para mí responder esa pregunta porque es como elegir cuál es el mejor hijo. Creo que todas tienen un lugar especial en mí, todas son experimentos y todas responden a una necesidad creativa de aprendizaje. Creo que todas las he disfrutado, porque mi literatura no es precisamente testimonial, no son relatos que necesariamente me han pasado a mí, pero sí de lo que he visto, de lo que me he imaginado, lo que he sentido. Entonces es una literatura basada en la experiencia propia sin que me suceda a mí precisamente.

ENS: ¿Cuáles son los escritores que la han inspirado para hacer buena literatura?

PQ: Sin duda Gabriel García Márquez, nuestro padre-abuelo literario ha sido nuestro gran referente; también Andrés Caicedo, un escritor rebelde de mi ciudad, quien demostró que la literatura no necesariamente pasaba en los pueblos perdidos de la costa, sino que podía pasar en la esquina de mi casa. Jorge Isaacs con “María” hizo algo muy importante de recrear el Valle del Cauca y nos enseñó a ser capaces de mirar el mundo y narrarlo como si fuera nuevo. José Eustasio Rivera en la obra “La Vorágine” descubre la belleza de la selva, y otros autores más que han sido piezas importantes para mí.

ENS: Además de la escritora reconocida, ¿quién es Pilar Quintana?

PQ: Soy una mujer como todas; una mamá trabajadora que siempre está disputando el tiempo entre ser madre para la escritura y ser escritora para ser mamá. Es algo que disfruto más allá de las circunstancias, también me gusta mucho correr. En este momento estoy escribiendo una nueva novela pero prefiero contar más adelante sobre este nuevo proyecto.

La escritora caleña alista su pluma para contar una nueva.