Males alimentarios: 420 mil muertos | El Nuevo Siglo
Jueves, 3 de Diciembre de 2015

Las enfermedades relacionadas con la alimentación provocan cada año en el mundo la muerte de 420.000 personas, entre ellas muchos niños de menos de cinco años, y afectan a cerca de 600 millones de personas, según un informe de la OMS publicado el jueves.

 

Uno de cada 10 afectados enferma tras haber consumido alimentos contaminados por bacterias, virus, parásitos, toxinas o productos químicos, según el informe, el primero de la Organización Mundial de la Salud sobre esta cuestión.

"Hasta ahora luchábamos contra un enemigo invisible, un fantasma invisible", dijo Kazuaki Miyagishima, director del Departamento de Seguridad Alimentaria de la OMS, que también se ocupa de las zoonosis (enfermedades e infecciones que se transmiten de los animales al hombre) y de las enfermedades relacionadas con la alimentación.

 

Cerca de un 30% de los fallecidos por estas enfermedades son niños de menos de cinco años, un porcentaje importante teniendo en cuenta que sólo representan el 9% de la población mundial.

La OMS estima que sus datos son una estimación "prudente", resultado de 10 años de investigación.

África y el sureste de Asia son las regiones más afectadas, con la tasa de mortalidad más elevada del mundo: 320.000 muertes anuales comparadas con las 5.000 registradas en Europa o las 9.000 de América.

"Hasta ahora, las estimaciones sobre este problema eran vagas e imprecisas y escondían el auténtico coste humano de los alimentos contaminados. El informe pone las cosas en su sitio", afirmó la directora general de la OMS, Margaret Chan.

"Estas enfermedades afectan a la población de todo el mundo, en particular a los niños de menos de cinco años y a la población de las regiones con pocos ingresos", dijo Migayishima.

Las enfermedades diarreicas representan más de la mitad del total y afectan a 550 millones de personas provocando 230.000 fallecimientos al año (96.000 de ellos de niños), indicó la OMS. 

La diarrea suele ser provocada por el consumo de carne cruda o mal cocida, de huevos, o de productos frescos o lácteos contaminados.