Tras 47 años al frente del grupo italiano Benetton, célebre por sus jerseys de colores y su publicidad provocadora, Luciano Benetton pasó las riendas a su hijo Alessandro que deberá, en plena crisis, relanzar la marca para competir con colosos como Zara o H&M.
Luciano, conocido por sus pequeños lentes redondos y su larga cabellera blanca, que cumplirá 77 años en mayo, entregó este martes el testigo a su hijo, de 48 años y vicepresidente desde 2006, en la asamblea general del grupo en Ponzano Veneto (noreste).
En un comunicado, el grupo anunció el nombramiento a la presidencia de Alessandro, que se encargará de guiar "la empresa en un escenario de mutación de los mercados, complicado por la crisis de la deuda, para transitar de forma decidida por la vía del crecimiento y la mejora de la rentabilidad".
La salida de la presidencia de Luciano, que seguirá sentándose en el consejo de administración, supone un giro para la empresa del logotipo blanco y verde, que fundó junto con sus hermanos Gilberto y Carlo y su hermana Guiuliana en 1965.
Tras casi medio siglo de existencia, Benetton va a salir de la Bolsa de Milán ya que la familia, que se ha diversificado con empresas como Autogrill (restauración y duty-free) y las autopistas Autostrade, ha decidido recuperar el control total de este gigante con más de 6.500 tiendas en 120 países.
Penalizado por la recesión que azota a Europa del sur y la subida de las materias primas, el grupo registró en 2011 una caída de su beneficio neto de 28,3% a 73 millones de euros y un repliegue de sus ventas de 1% a 2.030 millones.
"Como el grupo Benetton siempre ha tenido una visión en colores, permítanme decir que todo no es negro", dijo Alessandro Benetton.
"A menudo me preguntan si lo logrará. Benetton es un equipo fuerte y los equipos fuertes siempre tienen madera de éxito", agregó.
Para Giuliano Noci, profesor de economía del MIP, la escuela de comercio del Politécnico de Milán, la crisis va a obligar a Alessandro, diplomado en Harvard y casado con la antigua campeona de esquí Deborah Compagnoni, a adoptar "grandes decisiones estratégicas".
"Este cambio generacional es bienvenido" ya que "en los últimos 10-15 años, Benetton no tuvo la capacidad innovadora que le había distinguido en el pasado" en un momento en que "el mundo de la moda ha conocido un gran cambio con la llegada de Zara y H&M", subraya el economista.
Benetton tendrá que tener un "modelo más agresivo" e invertir en "innovación de productos ahora que Zara y H&M proponen una moda más glamurosa".
El nuevo presidente ya ha anunciado que pretende crecer internacionalmente.
Ahora que "en los mercados en los que estamos más presentes no hay crecimiento", "tengo que consolidar nuestra presencia en Europa (...) y, al mismo tiempo ir a Corea, Rusia, India y Turquía", un crecimiento a nivel internacional que "costará caro", dijo en una entrevista al diario francés Le Figaro de este martes.
El nuevo patrón también anunció su intención de "restringir" su gama y "volver a los colores y los jerseys que contribuyeron a nuestro éxito", así como resucitar algunas marcas.
Para su padre, Alessandro es el hombre de la situación. "Ha demostrado en su actividad de emprendedor al crear 21Investimenti (sociedad de capital-riesgo) que no es del tipo que arroja la toalla".
La casa Benetton ha revolucionado el mundo de la moda y el de la publicidad con sus carteles provocadores.
Un enfermo de sida terminal, una mujer negra que da de mamar a un bebé blanco, grandes planos de sexo o religiosas con toca besando a un joven sacerdote, las campañas de Toscani han marcado los años 1990.
En la misma línea provocadora, el grupo volvió a sorprender a finales de 2011 con fotomontajes que mostraban a los grandes de este mundo besándose en la boca, entre ellos el Papa y un imam, que suscitaron una oleada de protestas.