Las moto-taxis al estilo Uber, que ponen en contacto a conductores y pasajeros a través de una aplicación para teléfonos móviles, están triunfando en Yakarta a pesar de las la resistencia y las amenazas de los conductores tradicionales.
La aplicación Go-Jek, de la start-up del mismo nombre, saca su nombre de la palabra "ojek", la denominación local de las moto-taxis.
En Indonesia, las "ojek" se encuentran sobre todo en las ciudades y suelen agruparse en las intersecciones, donde los pasajeros negocian el precio del trayecto. Se trata de un medio de transporte muy extendido en este país del sudeste asiático.
Los conductores de Go-Jek aseguran que su servicio es más seguro y ordenado, se distinguen por sus cazadoras y sus cascos de color verde, proponen precios por kilometraje y circulan en motos más nuevas y fiables que las "ojek" clásicas.
Las miles de moto-taxis Go-Jek van ganando popularidad entre los pasajeros, que cada día intentan evitar el tráfico en esta metrópolis de 10 millones de habitantes atascada de la mañana a la noche.
Un estudio reciente calificó a Yakarta como la peor ciudad del mundo para la circulación en automóvil. La capital indonesia es la única metrópolis de ese tamaño que no tiene metro, cuya construcción acaba de empezar.
Las infraestructuras, de pésima calidad, transforman el tráfico en un infierno, en particular para los millones de habitantes de los suburbios trabajan en el centro.
Lanzada por primera vez en 2011, Go-Jek publicó en enero una nueva versión de su aplicación con un nuevo diseño y nuevos conductores. Desde entonces, el servicio ha vivido un crecimiento exponencial y ya cuenta con 10.000 conductores.
La aplicación se ha descargado 400.000 veces, convirtiéndose en la más popular de Indonesia, disponible para los sistemas Apple y Android, según el presidente y fundador de Go-Jek, Nadiem Makarim.
- 'Menos caro' -
Aunque Makarim reconoce que este servicio de transporte no es la panacea y "no resuelve" el problema del tráfico en Yakarta, sí permite a numerosos usuarios llegar más rápido a su destino en motocicletas que zigzaguean entre las filas interminables de vehículos atascados.
"Con Go-Jek, solo tienes que poner la dirección a la que te diriges y tu ubicación y conoces el precio [con anterioridad], que es sin duda menos caro" que los "ojeks" clásicos, explica a la AFP Dina Denso, una mujer de 33 años que acaba de empezar a usar este servicio.
Pero como en el caso de Uber, que despierta la hostilidad de los conductores de taxis clásicos, Go-Jek se enfrenta al mismo descontento entre los "ojeks" tradicionales.
La semana pasada, la empresa emitió un comunicado condenando las amenazas a sus conductores mientras que el gobernador de Yakarta ha recibido muchas críticas por apoyar la aplicación.
Además van llegando otras start-ups como Grabtaxi, disponible en otros países de la región, que en mayo lanzó su propio servicio de moto-taxis, GrabBike.
Para luchar contra la competencia, Go-Jek ha creado recientemente un servicio de reparto de comida y de otros productos, como medicamentos.
Según John Rossant, director del grupo de reflexión New Cities Foundation, con sede en París, este modelo de servicios podría inspirar a otras metrópolis de tráfico imposible, como Nueva Delhi o El Cairo.