Sólo se sabe que fueron US$250 millones, que la transacción se realizó el año pasado y que el comprador fue la familia real de Qatar. Pero con sólo esos detalles, Los jugadores de cartas de Paul Cézanne entró en los records mundiales como la pintura más cara de la historia.
La revista norteamericana Vanity Fair confirmó la venta el jueves pasado. Se trata de un nuevo récord, desbancando como obra más cara al cuadro de Picasso “Desnudo, hojas verdes y busto”, que se subastó en 2010 en Christie’s por 81.9 millones de euros y que anteriormente, en 2006, tenía la pintura #5 de Jackson Pollock.
Ni las autoridades qataríes ni sus voceros confirmaron de forma pública la compra. El último propietario de la obra era el magnate griego George Embiricos, quien murió el 2011, y dueño de una de las colecciones privadas de arte más valiosas de todo el mundo.
Vanity Fair indica, a su vez, que antes de que la familia se interesara por el cuadro, dos marchantes de primera línea como William Acquavella y Larry Gagosian ofertaron 220 millones de dólares por el famoso cuadro. Entre los intermediarios de la compra –que con impuestos y comisiones se calcula en más de US$ 300 millones– estaban Lionel Pissarro, nieto del pintor Camille Pissarro; el distribuidor Segalot Philippe; y Guy Bennett, exjefe de arte impresionista y moderno de la casa de subastas Christie´s.
Se cree que Los jugadores de cartas compartirá espacio con cuadros de Mark Rothko, Damien Hirst y Andy Warhol, entre otras piezas multimillonarias, en el imponente Museo Nacional de Qatar, que reabrirá en el 2013.
La revista The Art Newspaper señaló que la familia real es una de "las mayores compradores de arte contemporáneo del mundo", y que la hija del emir, Mayasa, pretende “convertir el rico estado petrolero del desierto en un centro cultural que rivalice con París y Nueva York”.
Para los especialistas es sorprendente la distancia entre el nuevo récord del cuadro de Cézanne y el anterior de Pollock. Otros cuestionan lo curioso que resulta exponer Los jugadores de cartas en un país islámico en el que las leyes prohíben el juego y las bebidas alcohólicas, elementos que sobresalen en la pintura.
El emirato de Qatar ha ido ganando peso en el mercado del arte y según The Art Newspaper se convirtió en el primer comprador de arte durante el año pasado.