Un mundo mágico en donde las artes escénicas se convertirán en el deleite de los niños, es lo que tienen preparado la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte y el Instituto Distrital de las Artes (IDARTES) con los Domingos Consentidos.
El Teatro Jorge Eliécer Gaitán será el escenario predilecto de los infantes los fines de semana, pues ellos serán los invitados especiales en las obras de teatro y muestra de títeres que se realizarán en este lugar.
Todos los domingos se presentarán grupos artísticos, que en cada función ofrecerán a niños y grandes maravillosos espectáculos de danza, teatro, clown, coros, bailes y otros géneros de las artes escénicas.
Pero no solo serán adultos presentando sus creaciones artísticas a niños y niñas. En Consentidos también habrá espacio para los pequeños artistas que deleitarán al público con sus habilidades y gran talento.
Después de cada espectáculo se realizarán actividades didácticas y lúdicas que permitirán a los asistentes jugar e interactuar con los artistas. Un espacio ideal para compartir en familia y acercarse más a las diferentes actividades y manifestaciones artísticas que hacen de Bogotá, una ciudad más Consentida.
Antes de iniciar la función se presentará un video, en el que el público asistente conocerá la importancia de las artes escénicas, cuáles son los géneros escénicos y en general todo lo relacionado con este maravilloso mundo de las tablas.
La franja infantil Consentidos, que se desarrolla en el marco del Corredor Cultural del Centro Paseo Peatonal por la Séptima, busca que los niños y niñas estén siempre rodeados de afecto y de grandes oportunidades para crecer, abrir su mente y su corazón y emocionarse desde temprana edad con la magia de las artes escénicas.
Mañana los niños podrán disfrutar de Los espíritus lúdicos, el teatro de muñecosque se encuentra bajo la dirección de César e Iván Darío Álvarez. En esta obra se presentan dos pequeños muy traviesos llamados Títo y Tato que se sumergen en un mundo fantástico y guían al espectador por el camino que conduce a una tierra lúdica en donde todo es juego y aventuras.
En esta puesta en escena los niños les enseñan a los adultos a vivir con magia y alegría; también se realiza un homenaje a los pequeños gigantes que habitan en los corazones de los espectadores y al juego con títeres que es lo esencial en Los espíritus lúdicos.
La obra es al mismo tiempo una trampa y una ilusión óptica, a la manera de una telaraña que va envolviendo al espectador con Los espíritus lúdicos, seres clandestinos y traviesos que se ocultan con la fina intención de hipnotizar y perfumar con el aroma del juego dramático el duro corazón de los adultos prejuiciados, que contemplan como una pérdida de tiempo los juegos de niños.
Esta es una gran oportunidad para compartir en familia y aprender, con una actividad muy creativa, de valores, de la amistad y de lo importante que es no perder el niño que se lleva dentro.