En un libro que aborda esta pregunta, Juan Manuel Tafurt analiza una visión generalizada a través de testimonios y mediciones. Mire cuál es la conclusión
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DE MANERA generalizada los colombianos solemos pensar que somos un país deshonesto. Esta idea, reforzada a través de escándalos de corrupción, tanto micro como macro, desde el soborno de un policía hasta los problemas en la contratación estatal, han hecho que demos por sentado que somos así por naturaleza. Sin embargo, esto no es del todo cierto, como lo demuestra el libro ¿Los colombianos somos deshonestos?
Su autor, Juan Manuel Tafurt, hizo parte de un grupo de investigadores internacionales que querían encontrar una respuesta a la siguiente pregunta: ¿Hay diferencias en el comportamiento de la deshonestidad entre los nacionales de cinco países con diferentes culturas, niveles de desarrollo económico y percepciones de corrupción?
El resultado fue que los colombianos somos igual de honestos y deshonestos en nuestros comportamientos que los estadounidenses, los alemanes, los chinos y los portugueses. Cuando publicó y comentó lo que había encontrado le dijeron que eso era imposible. Esa incredulidad fue la que lo movió a buscar, aprovechando que su trabajo lo lleva por todo el país, e inclusive por España, más datos para entender si somos honestos o deshonestos y por qué nos creemos lo peor. Este libro es una reflexión en la que lanza hipótesis novedosas respecto a un tema álgido y coyuntural para todos.
Este libro pretende abordar (¿desanudar?) uno de los pilares sobre los cuales reposa nuestra desconfianza: la presunción de deshonestidad de los colombianos. ¿Por qué es crítico hacerlo? Porque una sociedad es digna solo cuando sus miembros no humillan a sus conciudadanos y sus instituciones tampoco humillan a la gente a quienes sirven. “Si reina la desconfianza entre los miembros de una sociedad habrá una simple consecuencia: la sensación de humillación.
Desconfiar del otro
“Al desconfiar del otro, al relacionarme bajo mi presunción de desconfianza sin que lo sepa y esta sea mi intención —como si ello pudiera excusarme— estaré sutilmente humillando a esa persona. Estoy seguro de que usted no era consciente de que esto pudiera estar ocurriendo, porque como mostraré más adelante, para cierto grupo de personas la sensación de humillación no está presente en su día a día. Por fortuna”, escribe el autor.
Asimismo dice: “Póngase en una situación en donde una persona se relaciona con usted con desconfianza. Por ejemplo, al pasar sus maletas en una aduana o al presentar su pasaporte ante un oficial de inmigración en un país en donde piensan que los colombianos somos malandrines, al salir de un almacén y le piden mostrar su cartera o morral, al hablar con alguien y este lo mira rayado, ¿se siente bien tratado? Seguro de que no. ¿Le afecta? Estoy seguro de que sí. ¿Siente que le están brindando un trato digno? Estoy seguro de que no. La desconfianza es también una de las formas de humillar”.
Por su parte el exministro de Hacienda Juan Carlos Echeverry indica que “Juan Manuel Tafurt trata con destreza temas difíciles, como la dignidad, la necesidad de reconocimiento, el desquite, la acción y reacción social, la venganza, y por supuesto, la honestidad. Al final, quedamos en un camino que debemos continuar, en el que él nos ha iniciado, y con muchas cosas en el morral que sacamos de este libro. Si este era su cometido, lo cumplió conmigo”.
Tafurt, a través de un análisis, en esta obra intenta buscar respuestas que permitan entender el porqué de los prejuicios y cómo ellos nos afectan en nuestro relacionamiento con otros. Por esta razón, junto con algunos investigadores de Estados Unidos y Alemania, se formularon la pregunta de: ¿La gente es igualmente honesta en países con diferentes culturas? Para descubrirlo, llevaron a cabo pruebas en cinco países: Alemania, China, Colombia, Estados Unidos y Portugal.
“Es un libro que contribuye a la comprensión de las causas histórico-sociales de la deshonestidad y al conocimiento nuestro, que son elementos básicos para autorregularnos en la toma de decisiones y avanzar hacia la consolidación de una sociedad donde predomine el interés por el bien común: esta es una obra escrita en forma agradable, con profundidad conceptual, características que hacen valiosa su lectura”, señaló Diógenes Campo PhD, físico y profesor emérito de la Universidad Nacional.
Juan Manuel Tafurt es consultor en estrategias de relacionamiento de las organizaciones con sus grupos de interés desde 2001, lo que le ha permitido trabajar en 29 departamentos de Colombia e interactuar con una gran diversidad de sus públicos y etnias. Ha prestado sus servicios a empresas de los sectores de hidrocarburos, agropecuario, servicios e industrial, a varias cámaras de comercio del país y al Gobierno nacional y local. Así mismo se ha desempeñado como profesor universitario desde 1996. Abogado de formación, con maestría en Derecho Económico.
“Mi intención no es convencer de nada. Solo quiero compartirle una mirada diferente, y espero refrescante, de algo que me afecta: no somos lo que tanto pensamos que somos, pero sembramos lo que tanto tememos que somos”: Tafurt.
Resultados
Después de esta esta encuesta realizada a 597 personas, participantes en 18 ciudades y comunidades, entre 2017 y 2018, el autor pudo evidenciar que:
El 87,6% de los colombianos desconfían de nuestros nacionales porque creen que son deshonestos y el 34,8% de los colombianos desconfían de sus familias. Mientras que el 20,4% consideró que son menos honestos que sus familias.
En relación con el resto de nacionalidades encuestadas el 9,9% dicen ser igualmente honestos a los colombianos y el 2,5% piensa que son menos honesto que los colombianos.