Por: Catalina Jaramillo Uribe
Periodista de El Nuevo Siglo
Con tantascarreras deportivas en el mundo tenía que existir una colorida, divertida y no competitiva. Se trata de The Color Run, una maratón que inició en enero de 2012 en Estados Unidos y ahora aterriza en Latinoamérica, comenzando por Colombia, para celebrar la salud, la felicidad, la personalidad y la ayuda a la comunidad.
En Medellín, este domingo, y en Bogotá, el próximo 8 de septiembre, se celebrará esta carrera de 5 kilómetros, sin tiempo, y donde lo importante es gozar más que cruzar la línea de la meta. Es así como los “color runners” o ”atletas” que se den cita en la competencia, más que preocuparse por hacer deporte y alcanzar los 5 minutos por kilómetro, vivirán uno de los momentos más alegres y locos de sus vidas.
El único requisito para participar es usar ropa blanca y estar dispuesto a terminar, de pies a cabeza lleno de color, pues durante el recorrido quedará impregnado del polvo de pintura que es lanzado en los marcadores de kilómetro. La diversión continúa hasta el final con una gigantesca ‘fiesta de color’, donde habrá concursos, rifas y música en vivo, en un formato totalmente electrónico.
De acuerdo a José David Marulanda, gerente de The Color Run para Latinoamérica, “es una carrera no convencional. No tiene cronómetro, ni chip ya que la velocidad no importa; es totalmente recreativa e incluyente. Nosotros no dejamos por fuera a ninguna persona del círculo familiar o de la comunidad, es decir que la pueden realizar desde un niño hasta un abuelo, personas en silla de ruedas, mamás en embarazo y padres con sus hijos en coches”.
Un esquema que rompe totalmente con lo tradicional, que finaliza no en la compra de una botella de agua o una barra energizante -como es lo normal-, sino en un festival donde los asistentes podrán divertirse y festejar. Para Marulanda “generalmente las carreras competitivas están entre los 18 y 40 años, ésta es completamente diferente, aquí hay de todo”.
A cada persona le entregarán un kit compuesto de camiseta oficial, banda de sudor, sticker y una bolsa de color, ésta última para que los participantes la suelten al aire en el conteo de colores en la clausura. Marulanda asegura, “hemos querido entregarle a la gente más valor agregado como unas gafas, manilla de seguridad, tula, tatuajes, gorros y más polvo de color”.
Los organizadores esperan la asistencia de 20 mil personas en Medellín y 10 mil en Bogotá, por el momento, para un costo por boleta de 50 mil pesos. Ante el éxito de esta actividad, en ambas ciudades, tuvieron que abrir una segunda fecha de inscripciones, pues las entradas de la primera fase se agotaron a los diez días. “Por eso abrimos un nuevo plazo en Medellín -para el 29 de septiembre- y en contados días lanzaremos la de Bogotá, pero podría ser en octubre”.
Al parecer “correr está de moda” y a esto se refirió Marulanda, para quien las maratones se han vuelto un boom en Colombia y América Latina, “en parte puede ser moda pero también es una cultura que se creó alrededor del ejercicio como tal; pasamos de tener cuatro o cinco carreras anuales, a unas 15 o 30 por ciudad”.
El colombiano agregó que también hay que ver este tipo de actividades como ventanas turísticas para otras ciudades ya que es una competencia muy atractiva por su carácter, colorido y participación y que se ha realizado en 50 países y 200 ciudades del mundo. “Creíamos ciegamente que había que traerlo a Latinoamérica, y que había que empezar por nuestro país”, destacó José David.
Un tema tanto de largo como de ancho en creatividad, donde los participantes se encontrarán múltiples curiosidades como gente disfrazada, coreografías divertidas y personas que imitan a personajes famosos. Un lugar donde los tutus, pelucas, máscaras, gafas de carnaval y medias de colores podrían ser el complemento perfecto para una carrera feliz.