EN los últimos años las universidades colombianas han hecho esfuerzos para ubicarse en los listados de las mejores universidades del mundo, para eso se han enfocado en publicaciones, grupos de investigación y en construir redes. A pesar de los esfuerzos de las Universidades Nacional y Antioquia, las universidades públicas no aparecen en los rankings y uno de los debates ha estado centrado en la financiación que requieren dichas universidades para alcanzar la excelencia académica y garantizar recursos para más cupos, investigación y formación docente.

En interesante el caso australiano, un país que cuenta con quince universidades entre las 250 mejores del mundo, es junto a Estados Unidos y Reino Unido los países con mayor número de instituciones educativas en el ranking y lo destacado es que la mayoría de ellas son públicas y todas las que aparecen en los cien primeros lugares lo son.

La educación australiana tuvo una importante reforma en 1973, bajo un gobierno laborista se decidió que los estudiantes no deberían pagar por su formación académica, la cual era responsabilidad del Estado, sin embargo, cuando se toman esas decisiones se olvida que al hacerlo quienes pagan el funcionamiento de toda la educación pública son los contribuyentes, es decir se paga con los impuestos de todos los ciudadanos del país, lo cual hace que no pueda hacerse una distribución justa y sobre todo, no se valoran las inversiones y los aportes para cada uno de los estudiantes en su formación profesional.

Así que en 1987 se realizó una reforma orientada por el profesor Bruce Chapman enfocada en financiar la educación superior, que contó con el apoyo de dos ministros de la época John Dawkins, de Hacienda y Peter Walsh, en Educación, quienes apoyaron el sistema de matrículas estudiantiles sobre bases redistributivas. El argumento, no cobrar a los estudiantes es regresivo, teniendo en cuenta que los pagos para el funcionamiento de las universidades lo hacen todos los ciudadanos con sus impuestos y por otra parte, los grandes beneficios los reciben los estudiantes formados, quienes mejoran sus ingresos financieros y ascienden rápido en cargos, así que lo mejor es generar sentido de pertenencia y apropiación con el campus al hacer que una parte de los ingresos de los profesionales se destine a alimentar un fondo que permita a las nuevas generaciones acceder a la educación superior de calidad.

Universidades australianas entre las 260 primeras

19. The Australian National University

41. The University Melbourne

45. The University of New South Gales (Sidney)

47. The University of Queensland

50. The University of Sidney

60. Monash University Melbourne

93. The University of Wenster Australia

109. The University of Adelaida

176. The University of Tecnhologie Sidney

214. The University of Canterbury

224. The University of Newcastle Australia

232. University of Wolonwon

240. Macquiarie University

247. Queensland University Technology

248. RMIT University

Estos fueron los resultados:

El origen

Crear un fondo estatal para financiar la educación superior fue la estrategia para poder ofrecer acceso a la educación superior. Los créditos bancarios no tienen un interés social ni pretenden aportar a mejorar la calidad de vida de las personas. Las tasas de usura y los intereses exponen a cualquier persona que no pueda cumplir con los pagos a un sufrimiento que afecta el desempeño laboral, las relaciones familiares y la autoestima. Por eso, el financiamiento debe provenir del Estado, y con los logros salariales que reciban los beneficiaros se podrá seguir facilitando a otros la posibilidad de acceder a la educación superior.

Los recursos

Se inicia con un presupuesto del gobierno para financiar a las primeras cortes de beneficiarios, pero a medida que se van graduando por medio de un sistema nacional de impuestos los estudiantes van aportando a al fondo de financiamiento. De ese modo, no hay intereses como en los créditos tradicionales, tampoco fiadores o garantes. Lo importante, definir el sistema de recaudo que permita crecer el fondo y que mientras mayores ingresos reciba una persona que pudo financiar su educación gracias al gobierno retribuya para que otros los puedan hacer.

Invertir en el capital humano

Fue necesario desarrollar los mecanismos para hacer un sistema de recaudo trasparente y efectivo. El Ingreso Continente es el sistema ideal para que puedan acceder las personas que no cuentan con los recursos para estudiar, la experiencia australiana fue una revolución que empezó a ser implementada en diferentes países. Según los resultados presentados por los investigadores australianos Aungles y Chapman, los Fondos de Ingreso Contingente han producido un considerable incremento a los ingresos del Gobierno en un orden de $13 billones de dólares en total, con ingresos anuales de $1.3 billones de dólares. Los gobiernos han usado estos recursos para reducir de manera considerable la proporción de la financiación que es generada por los impuestos que paga la sociedad.
 

Los resultados

Gracias al modelo de financiación de la educación superior  según los mismos autores el número de estudiantes dentro del sistema se ha incrementado sustancialmente en el período 1988-2007 en alrededor de un 70%, y en términos de los costos administrativos de funcionamiento para el fondo de financiamiento, para la oficina australiana de impuestos y para las universidades, han sido estimado por Chapman en el orden de $60 millones de dólares por año, lo cual es menos del 5% de los recaudos anuales del modelo.

Es decir, los recursos se recuperan y permiten el acceso a la educación de otros, las universidades públicas fueron las grandes beneficiadas porque cobran el costo real del estudiante y con esos recursos mejoran en planta docente, infraestructura y recursos para el óptimo funcionamiento. Para finalizar, el último ranking QS de las mejores universidades del mundo en términos de calidad y producción académica ubicó a las siguientes universidades australiana por encima de las dos mejores de Colombia.

@hurtadobeltran