El cuadro de Picasso "Cabeza de mujer joven", incautado en un yate en Córcega por los aduaneros franceses, será trasladado este martes a Madrid, donde quedará depositado en el museo de arte contemporáneo Reina Sofía, informó la policía.

"El cuadro volverá en un avión de la Guardia Civil", informó un portavoz de este cuerpo.

Un grupo de agentes del grupo de patrimonio histórico de la Guardia Civil ha volado a Córcega para recuperar la obra, valorada en más de 25 millones de euros y considerada "inexportable" por las autoridades españolas.

La pintura, propiedad del banquero español Jaime Botín, llegará al aeródromo de Torrejón, en las afueras de Madrid, en la tarde de este martes "desde donde será trasladada al museo Reina Sofía", según la misma fuente.

"La pintura quedará en depósito en el museo" hasta que se aclare su destino, confirmó un portavoz de la pinacoteca madrileña.

El museo Reina Sofía custodiará la obra mientras se desarrolla la investigación abierta por la Guardia Civil sobre el cuadro y su salida de España. 

La aduana francesa se incautó del cuadro el 31 de julio cuando al parecer iba a ser trasladado a Suiza desde Córcega, al comprobar que se trataba de una obra que no podía salir de España.

El cuadro había viajado a Córcega desde Valencia a bordo del yate "Adix", de bandera británica, lo que alegan los abogados de su propietario para afirmar que el cuadro "ha tenido siempre su domicilio permanente en el extranjero".

Los abogados de Botín afirman que el cuadro, comprado en Londres en 1977, no es español sino británico, por lo que no está sometido al derecho español.

Botín intenta desde 2012 conseguir la autorización para exportar su cuadro, pero el ministerio español de Cultura denegó este permiso en una decisión que fue recurrida judicialmente por el banquero.

La justicia española confirmó en mayo pasado la decisión del ministerio de Cultura declarando inexportable la obra. El barco y el cuadro se encontraban entonces en Valencia. 

España considera que el cuadro pertenece al periodo del pintor malagueño en el pueblo leridano (Cataluña, noreste) de Gósol, donde pintó un centenar de cuadros en el verano de 1906, y fue decisivo para el posterior desarrollo del cubismo.

"No existe una obra semejante en España", lo que justifica su inexportabilidad, según una portavoz del ministerio de Cultura.