Live-art: la práctica que rompe las fronteras del performance  | El Nuevo Siglo
“Reset”, escultura performance y video. Barro fracturado. 30x45 cm dimensiones variables. Daniela Medina Poch. Bogotá, 2018.
Foto Daniela Medina
Sábado, 12 de Marzo de 2022
Redacción Cultura

En la adolescencia, en medio de la primera formación, la curiosidad y la exploración de nuevos conceptos, el arte se fue acercando a la vida de Juan Pablo Caicedo y Daniela Medina, quienes hoy en día hacen parte de los cientos de apasionados en Colombia por la creación a través del cuerpo y la acción misma. Una práctica conocida como el arte vivo o, en inglés, el “Live-art”.

“El Live-art es un tipo de arte en el cual está la dimensión cuerpo, tiempo y espacio. El cuerpo siempre está en relación a un contexto específico, que casi siempre es político”, le explicó Medina en entrevista a EL NUEVO SIGLO.

Los primeros encuentros de Daniela con el arte se remontan a sus experiencias como adolescente en visitas a museos y galerías, construyendo desde entonces su proyecto de vida, el cual se materializó al estudiar arte en la academia como profesional. “Para mí el arte siempre ha sido una manera muy interesante de comunicarme con el mundo y la sociedad, porque el arte supone la posibilidad de incidir en el imaginario, en lo que es posible. Es una manera de contemplar otras realidades”, destacó.

Por su parte, Juan Pablo, que entró en contacto con el arte de la mano del teatro en el colegio y se conectó por completo con la pintura y el dibujo al estudiar en la Universidad Nacional de Colombia, confirma que este es “un arte que está vivo y es relacionado con prácticas como el performance, el happening y el arte-acción que es el nombre con el que se conoce este tipo de prácticas de arte del cuerpo”.

Más allá de las tradiciones

Esta práctica artística hace parte de la línea de aquellas que crearon una ruptura en la tradición del arte colombiano relacionado con técnicas más convencionales en el performance.

Desde finales del siglo XX se han venido dando rupturas en las prácticas artísticas al implementar nuevos lenguajes que incursionan en la experimentación de medios, contextos y espacios de manera transversal para la representación de las ideas.

En el “Live-art” se puede encontrar desde la videoinstalación hasta acciones en vivo, tomando algunos elementos del performance y al mismo tiempo dejando atrás algunas herramientas tradicionales que se acercan al teatro, como la narrativa, el personaje o el actor.

“Cuando muchos artistas de teatro empiezan a distanciarse, proponen acciones performáticas; ahí es cuando se da el inicio de esta forma de arte, por lo que el performance conserva ciertos elementos que lo hacen similar al teatro, mientras que el Live-art rompe con esto y le pone su focus a la acción”, señaló Juan Pablo.

En línea con esta premisa, Daniela asegura que en el “Live-art” prima la acción y figura como un concepto más amplio del performance: “Creo que el performance está cargado de muchas connotaciones de los años 60, 70 y 80, en los que se usaron muchos elementos repetidamente como el desnudo, la sangre y otros elementos, que para mí de hecho no me interesan tanto, aunque si se usan bien son herramientas interesantes. Pero me interesa pensar en las acciones más allá de esos lugares ya conocidos. Es un término más amplio de lo que se conoce como performance”.


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Cuerpo y diálogo

Otra de las herramientas importantes en el arte vivo es el cuerpo, que para Juan Pablo le fue familiar por su experiencia con el teatro. “Trabajo con el cuerpo porque es una herramienta primordial que tenemos para la creación”.

Y al hacer uso del cuerpo, según el artista, emerge un vínculo directo con el espectador; una reacción que destaca Juan Pablo a la hora de poner en práctica el “Live-art”. “Provoca una reacción muy directa porque se entiende que lo que hay enfrente es un cuerpo. En particular a mí me interesa del performance las acciones que se dan en el espacio público, en la calle”.

Bajo esta preferencia, el joven artista participa en la exposición “Liveness” del Museo de Arte Moderno de Bogotá (Mambo), donde se muestra desde este mes y hasta el 13 de junio la obra de 21 creadores del “Live-art”, que incluye documentación en video, imágenes en movimiento, fotografías, videoinstalación, objetos, huellas residuales, piezas sonoras, acciones en vivo, entre otros elementos.

En esta muestra Caicedo exhibe “Ablutio”, un concepto derivado de la palabra “ablución”, “que se refiere a los baños sagrados o rituales de diferentes culturas y religiones en el mundo”, aclaró.

En su propuesta se puede ver el video de su intervención en el espacio público en Bogotá y Manizales, con la instalación de una ducha en las calles de estas ciudades, la cual es activada por transeúntes y habitantes de calle.

“Esta obra provoca la reflexión sobre el acceso al agua como un derecho y un bien primario que debería ser de acceso público. Busco visibilizar que esto genera una frontera social. Me interesa hacer evidente que existe esa situación de exclusión”, explicó.

Otra de las bondades que le ofrece el “Live-art” al artista es el diálogo, como lo afirma Medina: “Siempre propone una relación, abre un diálogo en vivo, más allá del objeto y en ese diálogo siempre pasan cosas que están más allá de lo planeado. Eso me interesa mucho, el diálogo con la realidad, más allá de la ficción”.

Este efecto por supuesto lo produce “Reset Quimérico”, la obra con la que Daniela también participa en la exposición “Liveness”, en la que se reflexiona acerca del manejo de la tierra en el país, “que es un aspecto que ha sido transversal a la violencia desde la fundación de Colombia, desde el manejo corrupto de los lotes baldíos a las millones de hectáreas que han sido robadas a indígenas y campesinos”, señaló la artista.

La obra consiste en una escultura performance de tres piezas de barro crudo en forma del mapa de Colombia, las cuales son lanzadas al suelo, que en consecuencia se rompen en mil pedazos. Lo que simboliza “una propuesta para una nueva distribución del territorio colombiano, que no es hecha por un humano, sino por el azar”, comentó Medina.

De esta manera Juan Pablo y Daniela, al igual que un gran porcentaje de los artistas colombianos, le siguen apostando al “Live-art”, que estará presente en sus proyectos futuros, demostrando la fuerza que ha adquirido en los últimos tiempos.