Cali se sigue moviendo gracias a las diferentes propuestas de danza contemporánea que se presentan por estos días en la Bienal Internacional. El turno, luego de la magnífica presentación del Ballet Folclórico de México en la inauguración, es para las compañías colombianas.
Una de ellas es Azoe danza, compañía caleña dirigida por la bailarina y coreógrafa profesional Adriana Miranda Cortés, que se ha dedicado por más de 12 años a llevar una reflexión del cuerpo a través de los movimientos y poco a poco ha formado público, para demostrarles al país y a los colombianos que Cali es más que salsa.
Adriana habló con EL NUEVO SIGLO acerca de lo que van a presentar mañana en el Salón Beethoven a las 5:30 p.m. y nos dio su opinión acerca de cuál es la responsabilidad que tiene el bailarín a la hora de subir al escenario.
EL NUEVO SIGLO: ¿Qué van a presentar en la Bienal?
ADRIANA MIRANDA CORTÉS:Vamos a presentar un estreno, se llama Muros de cristal y es una obra que, como costumbre de Azoe Danza habla de las necesidades del ser humano, de lo que nos mueve y nos conmueve de la actualidad. Entonces se va a ver mucha fuerza física acompañada de elementos sorpresa. También queríamos reflejar esas cargas que tenemos como seres humanos pero que tratamos de nivelar y que cuando nos liberamos de esas cargas, muchas veces innecesarias, encontramos paz. Esta resulta ser una reflexión de nosotros mismos.
ENS: ¿Cuál es la proyección que le da la Bienal a Cali?
AMC: Creo que la Bienal es un acto cultural que abre una ventana artística donde Colombia se va a mostrar ante el mundo. La Bienal en Cali es una oportunidad muy grande para poder demostrar el desarrollo que ha tenido la danza en la ciudad, en sus diferentes géneros, porque no solo es la salsa.
ENS: ¿A qué retos se enfrentan las compañías anfitrionas, como en su caso?
AMC: En realidad Azoe danza funciona hace 12 años y el público ha quedado maravillado con nuestro trabajo, pero la Bienal se convierte en una oportunidad clave para que en el extranjero conozcan lo que hacemos.
ENS: ¿Cali sí tiene público para estas propuestas?
AMC: Sí, lo que pasa es que esa es una de las funciones del arte. Si la vemos de esa forma, pues la danza se convierte en un medio de expresión y es una ayuda para la formación del ser humano y del público.
ENS: ¿Cuál es la responsabilidad del bailarín?
AMC: Te hablo desde mi punto de vista. Yo soy bailarina de ballet clásico y me especialicé en danza contemporánea, lo que ocurre es que cada bailarín ve la danza de una forma diferente pero creo que a todos nos une la responsabilidad social que conlleva este trabajo. La danza posibilita la transformación de espacios y pensamientos humanos, pero eso también es una tarea de retroalimentación.