LAS CINTAS biográficas llamarán la atención en este Festival de cine de Cannes, que prende motores con las proyecciones que darán de qué hablar. Adaptar a la pantalla grande la vida de algún personaje puede parecer excepcional y visto como una solución facilista para los directores; pero no es necesariamente garantía del éxito, advierten profesionales del cine de cara del encuentro cinematográfico que empieza mañana en la Riviera francesa.
La cita mundial de lo mejor del cine se inaugura con la película Grace de Mónaco, protagonizada por Nicole Kidman, sobre la estrella de Hollywood que se convirtió en princesa en 1956 y murió 26 años después en un accidente de automóvil.
Aunque ese es tan solo un título de los miles que abundan en la industria, ejemplos de películas biográficas exitosas son: Gandhi, Bird, Camille Claudel... Pero otras como Alejandro el Grande o Diana, que prometían mucho, terminaron siendo un fiasco en la taquilla.
Grace de Mónacogeneró una controversia antes del festival. Boicoteada por la familia Grimaldi por considerar que desvirtúa con fines comerciales la imagen de la princesa fallecida en 1982, también generó una polémica con el poderoso productor norteamericano Hervey Weinstein, descontento con el montaje.
La película corre el riesgo de caer en desgracia como le sucedió a Diana, el filme sobre otra princesa adorada por el pueblo y que también murió en un accidente de automóvil. Un destino excepcional con final trágico que, sin embargo, no logró llenar las salas de cine en 2013 cuando se estrenó.
La crítica londinense la recibió con un balde de agua fría, por considerarla como "atroz e indiscreta", o "llena de buenas intenciones, obsequiosa y sentimental". La directora norteamericana, Sheila Bernard Curran, advierte sobre los riesgos del "biopic": “la falta de libertad del cineasta con relación a su modelo, que genera películas reverenciosas y sin relieve. Más vale evitar querer gustar a todo el mundo”, señala.
Sin embargo, afirma que "obtener la autorización de la familia es correr el riesgo de ser demasiado respetuoso", comenta Curran. "Y terminar realizando una película que conforma a todos pero que nadie quiere ver".
En Cannes compite además Mr. Turner, del director británico Mike Leigh sobre la vida del pintor J. M. W. Turner (1775-1851). También aspira a la Palma de Oro Saint Laurent, de Bertrand Bonello, inspirada en la vida del genial diseñador francés. Otra película biográfica sobre el diseñador, dirigida por Jalil Lespert, se estrenó este año con la bendición de la expareja del creador, el empresario Pierre Bergé.
Pero esa versión autorizada fue considerada "sin relieve" por la exmusa del diseñador fallecido en 2008, Catherine Deneuve. Lo cual no impidió que la película superase los 1,6 millones de espectadores.
"Es una película que no molesta. No hallé en ella la atmósfera que yo conocí, aquella tensión, aquel nerviosismo, aquellas relaciones amorosas", dijo recientemente la actriz en una entrevista con el diario Le Monde. "Seguramente Bonello abordará el lado más oscuro, el más melancólico, los problemas de salud, de alcohol y de droga".
Otro obstáculo que debe salvar este tipo de filme, según el director francés Lionel Delplanque, es la falta de un ángulo de enfoque para abordar la vida de una personalidad, sin el cual la narración resulta lineal e insulsa.
Un consejo que parece haber escuchado los productores de Reagan, film sobre la vida del expresidente norteamericano desde el punto de vista de un agente del KGB, cuyos derechos internacionales serán promocionados en Cannes, según el Hollywood Reporter.