La diva italiana Sofía Loren, de 86 años años, regresa al cine después de una década, con el filme La vida por delante, un drama de emigración y tolerancia dirigido por su hijo Edoardo Ponti y programado por Netflix, que ya está disponible en esta plataforma.
La leyenda del cine, que trabajó en el pasado con su hijo en el corto La voz humana y en la cinta Entre extraños, esta vez es protagonista junto al niño emigrante senegalés Ibrahima Gueye en una historia de sufrimiento, soledad, solidaridad y esperanza.
La película, basada en la novela homónima de Romain Gary, producida por Palomar de Carlo Degli Esposti junto con el gigante del streaming Netflix, la lanza de nuevo en la carrera por los premios Óscar como mejor actriz, tras haberlo obtenido por primera vez en la década del 60.
Loren, que inició su trayectoria en 1950 gracias a su exuberante belleza y notable habilidad histriónica, que la convirtieron en una de las actrices más famosas del mundo, aparece esta vez anciana y arrugada, dura y a la vez sensible, en su papel de Madame Rosa.
La superviviente del Holocausto que regenta una guardería para hijos de prostitutas en un pueblo de la costa de Italia acoge al senegalés Momo, un niño de la calle de 12 años que le había robado, sin casa ni familia.
“La película de Edoardo Ponti rinde homenaje a una serie de filmes, desde el último y conmovedor Bernardo Bertolucci de Yo y tu, al centrarse en un espacio estrecho pero infinito, hasta el poético Pedro Almodóvar, de Volver y Todo sobre mi madre, al relatar la humanidad del apartamento de Madame Rosa y su amistad con la prostituta Lola.
También recuerda a Ettore Scola en Un día muy particular, interpretado por la misma Loren y Marcello Mastroianni, gracias a la conmovedora secuencia sobre los tejados de un edificio, entre hileras de ropa colgada”, escribió este viernes el crítico italiano Sergio Perugini para la página católica SIR.
La historia ya había sido llevada al cine con el título de Madame Rose, protagonizada por la actriz francesa Simone Signoret, ganadora del Óscar en 1977 por su actuación en esa película.
Durante su carrera, Loren fue considerada un “mito erótico” del cine italiano, pues sus participaciones en la industria cinematográfica resaltaba su impresionante talento seductor y físico que rompía estigmas de la época.
Nacida en Roma, a mediados de los años 30, la actriz creció en un entorno difícil, marcado por la guerra y una deteriorada situación económica, además de su mala relación con su padre. La influencia del arte y el espectáculo fueron implantados por su madre, ya que desde temprana edad la animó a participar en concursos de belleza.
De allí, en su adolescencia la ayudó a buscar un papel de extra en una producción en los estudios Cinecittá, fue así como a sus 16 años la artista consiguió su primer trabajo en la pantalla.
Desde ese tiempo Loren descubrió en el cine un futuro exitoso, lo que se pudo ver con el reconocimiento que obtuvo cuando actuó en Dos Mujeres, la cinta con la que fue merecedora de un Premio Óscar.