Atractivo espectáculo interactivo que se toma los fines de semana el Astor Plaza

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UN espectáculo que mezcla música, entretenimiento, videos, pantallas gigantes y un circuito cerrado de televisión que permitirá a cada uno de los asistentes no solo verse en tiempo real sino en ser parte fundamental de este show  es La KJ Mágica, la nueva apuesta de entretenimiento de Amador Padilla.

En corta temporada, durante todo este mes los fines de semana, el teatro Astor Plaza alberga este espectáculo de entretenimiento interactivo, que evaluando su debut el pasado fin de semana, augura convertirse en un éxito y en un gran plan familiar.

Desde que el público llega al teatro se encuentra rodeado de personajes fantásticos como reporteros inspirados en los años setentas, que dispararán los flashes evocando los momentos más gloriosos del cine; y en un abrir y cerrar de ojos con un juego de luces, los asistentes se trasladaran a una discoteca, donde en familia podrán involucrarse con el show al ritmo de música, baile y risas.

La historia se desenlaza de la mano de unos muñecos novedosos, que miden dos metros, los cuales han pasado por un proceso de creación en Los Ángeles California, y cuenta con estándares de alta tecnología en donde el escenario invadirá todos los sentidos de los asistentes, podrán disfrutar desde estar en una playa o despedir el año en la torre Eiffel y hasta conocer  Shangai o Australia entre otros países.

La KJ Mágica cuenta con una tecnología única en el mundo que conectará sus sentidos y emociones, se trata de unas manillas led de colores que están sincronizadas con lo que pasa en el show.  Cuando Amador dice “sientan el fuego”, las manillas se ponen rojas, luego cambian a verde o azul dependiendo de lo que pasa. Es una tecnología de punta en donde todo está sincronizado con video y efectos especiales como explosiones de color, nieve, burbujas y lluvia de globos.

Los muñecos son: El abuelito Kemax, experto en artes marciales, el antagónico Filton, que es el villano, creído, camina flotando en el aire, Lenk es el niño amigo, inocente y soñador y  el que le pone un toque especial a la historia y Onix que es la niña tierna y amante de la tecnología. Estos cuatro personajes hacen que la historia tenga un atractivo adicional para los niños y para la familia, porque ahí están los ingredientes familiares como la dulzura, la irreverencia, el lado soñador y la sabiduría. “En el show se van a reforzar los valores, se vale seguir soñando, porque el personaje villano les quiere hacer creer que no se puede soñar, que todo es aburrido, que todo es  plano y que las cosas van a salir mal, y resulta que los valores como la esperanza y los sueños si se logan.  Los niños pueden transmitir que se pueden lograr las cosas.”  Comenta Amador Padilla.

EL show cuenta con  50 personas en escena, 25 bailarines y actores dentro del público, sólo tendrá dos localidades en las que los asistentes vivirán la misma experiencia interactiva,  durante una hora y diez minutos que dura el show.

A este proyecto se le suma la presentadora santandereana Mónica Hernández, esposa de Amador, quien es  la gerente general y desde su rol de empresaria trabaja para que toda esta puesta en escena sea atractiva y exitosa.